Muchos vieron esto, pero pocos quizás hablaron del mismo,
porque el pasado 7 de Noviembre de 2017 el Alto Valle de Río Negro fue
recorrido por una formación nubosa durante pocas horas de la tarde que produjo una
inusitada tormenta
de gran potencia, acompañada de innumerables descargas de fuertes rayos y retumbantes
truenos, arrojando agua y granizo a todo lo largo del valle, desde Neuquén a
Villa Regina.
Pero, a escasas dos horas, aparecía la siguiente vista en el
cielo hacia el Este:
Después de caer durante la tarde agua y granizo como nunca,
concentrado debajo de un enorme cúmulo nimbus que pasaba por la región llevado
por el viento, sale el Sol, alumbrando la formación nubosa causante de la
tormenta. En ese momento se forma un indescriptible arco iris en el cielo,
enorme, abarcando unos kilómetros de ancho. Constaba del primario de base a
base y su reflejo secundario completo. Lo que más llamaba la atención fue la
claridad encerrada dentro del arco primario, pareciendo una “puerta celestial”
por el contraste con el tono más oscuro por fuera del arco.
Verlo fue una sorpresa, todos salimos afuera, y de inmediato
volví al interior a tomar la cámara para sacarle unas fotos. Era sobrecogedor y a la vez deleitable ver
ese espectáculo atmosférico.
Nos pusimos a contar los colores que podíamos
distinguir. De entrada, si uno lo mira rápidamente, nota tres franjas
definidas: el violeta azulado, verde y rojo. Pero si miraba mejor ya contaba a
simple vista 6: violeta, azul, verde, amarillo, naranja, rojo. Pero aguzando la
vista aún más notaba dos tonos violáceos, uno más claro y otro más oscuro.
También percibía un rojo oscuro, tipo marrón del otro más vivo. Después de leer
siete (7) pasé a contar ocho (8).
Una toma acercada del arco y mejorada la imagen en un programa apropiado, se pueden apreciar esas franjas. Por supuesto, también se pueden apreciar tonalidades de verde.
Una toma acercada del arco y mejorada la imagen en un programa apropiado, se pueden apreciar esas franjas. Por supuesto, también se pueden apreciar tonalidades de verde.
En la imagen superior, luego de un ajuste automático definido por el
programa, se nota el violeta, azul y cian o celeste, verde oscuro, verde,
amarillo verdoso, una banda oscura que representa el amarillo, luego el
naranja, rojo y marrón, hasta diez colores. El amarillo es apenas una franja muy
fina, que en esta adecuación da vida al verde y al rojo.
Un ajuste de colores más suave y personalizado de una toma
acercada del arco permite ver la banda de colores de la siguiente manera.
Dependiendo de cuál lado del arco se miraba se podía
apreciar más uno que otro lado del espectro. Del laso Sur solo se ve bien el
violeta y el celeste.
Del lado Norte se puede ver el violeta, azul y celeste o
cian.
¡En fin! Un deleite para la vista después de soportar un
diluvio impresionante, inundando las calles en todas partes y acumulando
granizo por doquier.
Los colores del espectro se pueden ver en distintas secciones de la web, como la siguiente en Wikipedia, donde con un click sobre la imagen pueden ingresar y leer sobre la composición de la luz y cómo se forma un arco iris.
Los colores del sistema RGB nos permite apreciar su composición general.
Los colores alegran la vida. Posiblemente muchos no estaban
tan alegres de ver este arco iris tan magnífico. No es algo que se ve siempre
de semejante magnitud. Todos se concentraron más bien en la tormenta. Y no era
para menos. Si te pilla mal parado las consecuencias pueden ser serias y hasta
graves.
Ya hace dos días este tipo de nubes tormentosas viajaban por la zona, como la que aparece en la imagen de abajo. Cuando uno ve este tipo de nubes presagia agua, granizo, o chubascos fuertes. Pero no se esperaba fuera de tal magnitud. Me había confiado y la obligación de hacer un trámite hizo que saliera del resguardo donde me encontraba.
Estaba a unas tres cuadras y media de la casa, decidiendo salir a pesar de las alertas dadas el día anterior. El cielo, si bien estaba cargado de nubes tipos cúmulos, no estaba cerrado, dejando ver su color azul y el brillo del Sol entre las nubes, y al no ver nada serio cerca, parecía no existir peligro alguno. Pero en tan solo unos 45 minutos empezó acercarse una inmensa nube oscura del Oeste, descargando rayos por todos lados. Había que volver, y solo tenía mis pies y encima, acompañado de otra persona. Era hora de volver trotando, y no era para chiste. Teníamos que atravesar un descampado, y en verdad era preocupante ver cómo caían cerca los rayos, y si te pillaba esa tormenta que se acercaba cada vez más, puedes ser blanco de una descarga fatal. No paramos de trotar, y apenas llegamos al lugar de resguardo (con la lengua afuera) empezaron a caer las primeras gruesas gotas, y en diez minutos se desató la furia.
No en vano son las alertas meteorológicas, debiendo ser precavido. Al día siguiente, el 8 de Noviembre, estaba anunciado tiempo inestable, pero fue un día espléndido, y nadie hubiera creído que tan solo el día anterior hubo una tormenta de esa magnitud, afectando a tantos, con casi todas las calles inundadas al precipitarse tanta agua de golpe y un corte de energía eléctrica, que en nuestro caso recién volvió cerca de la medianoche.
Pero, a pesar de todo, valió la pena ver tan hermoso espectáculo coronando el final del día con el mejor recuerdo.
La próxima vez que vea un arco iris, trate de ver cuántos colores puede contar. Y después, se lo cuenta a otros.
Nota 1. Las imágenes son exclusivas de mi propiedad, las vinculantes pertenecen a la página web de Wikipedia.
Nota 2: Adjunto un vídeo donde un joven explica que el color magenta en realidad no existe en el espectro electromagnético, sino que es formado por el cerebro al percibir los conos solo el rojo y el azul, que se encuentran en los extremos del espectro, y que al no detectar el verde (el tercer cono de nuestra vista a color) el cerebro forma el magenta, color que cierra el círculo de colores RGB mostrado más arriba con el color fucsia.