miércoles, 8 de noviembre de 2017

Indescriptible “puerta celestial”

Muchos vieron esto, pero pocos quizás hablaron del mismo, porque el pasado 7 de Noviembre de 2017 el Alto Valle de Río Negro fue recorrido por una formación nubosa durante pocas horas de la tarde que produjo una inusitada tormenta de gran potencia, acompañada de innumerables descargas de fuertes rayos y retumbantes truenos, arrojando agua y granizo a todo lo largo del valle, desde Neuquén a Villa Regina.

Pero, a escasas dos horas, aparecía la siguiente vista en el cielo hacia el Este:


Después de caer durante la tarde agua y granizo como nunca, concentrado debajo de un enorme cúmulo nimbus que pasaba por la región llevado por el viento, sale el Sol, alumbrando la formación nubosa causante de la tormenta. En ese momento se forma un indescriptible arco iris en el cielo, enorme, abarcando unos kilómetros de ancho. Constaba del primario de base a base y su reflejo secundario completo. Lo que más llamaba la atención fue la claridad encerrada dentro del arco primario, pareciendo una “puerta celestial” por el contraste con el tono más oscuro por fuera del arco.


Verlo fue una sorpresa, todos salimos afuera, y de inmediato volví al interior a tomar la cámara para sacarle unas fotos. Era sobrecogedor y a la vez deleitable ver ese espectáculo atmosférico. 

Nos pusimos a contar los colores que podíamos distinguir. De entrada, si uno lo mira rápidamente, nota tres franjas definidas: el violeta azulado, verde y rojo. Pero si miraba mejor ya contaba a simple vista 6: violeta, azul, verde, amarillo, naranja, rojo. Pero aguzando la vista aún más notaba dos tonos violáceos, uno más claro y otro más oscuro. También percibía un rojo oscuro, tipo marrón del otro más vivo. Después de leer siete (7) pasé a contar ocho (8). 

Una toma acercada del arco y mejorada la imagen en un programa apropiado, se pueden apreciar esas franjas. Por supuesto, también se pueden apreciar tonalidades de verde.


En la imagen superior, luego de un ajuste automático definido por el programa, se nota el violeta, azul y cian o celeste, verde oscuro, verde, amarillo verdoso, una banda oscura que representa el amarillo, luego el naranja, rojo y marrón, hasta diez colores. El amarillo es apenas una franja muy fina, que en esta adecuación da vida al verde y al rojo.

Un ajuste de colores más suave y personalizado de una toma acercada del arco permite ver la banda de colores de la siguiente manera.


Dependiendo de cuál lado del arco se miraba se podía apreciar más uno que otro lado del espectro. Del laso Sur solo se ve bien el violeta y el celeste.



Del lado Norte se puede ver el violeta, azul y celeste o cian.

¡En fin! Un deleite para la vista después de soportar un diluvio impresionante, inundando las calles en todas partes y acumulando granizo por doquier.

Los colores del espectro se pueden ver en distintas secciones de la web, como la siguiente en Wikipedia, donde con un click sobre la imagen pueden ingresar y leer sobre la composición de la luz y cómo se forma un arco iris.


Los colores del sistema RGB nos permite apreciar su composición general.



Los colores alegran la vida. Posiblemente muchos no estaban tan alegres de ver este arco iris tan magnífico. No es algo que se ve siempre de semejante magnitud. Todos se concentraron más bien en la tormenta. Y no era para menos. Si te pilla mal parado las consecuencias pueden ser serias y hasta graves.

Ya hace dos días este tipo de nubes tormentosas viajaban por la zona, como la que aparece en la imagen de abajo. Cuando uno ve este tipo de nubes presagia agua, granizo, o chubascos fuertes. Pero no se esperaba fuera de tal magnitud. Me había confiado y la obligación de hacer un trámite hizo que saliera del resguardo donde me encontraba.

Estaba a unas tres cuadras y media de la casa, decidiendo salir a pesar de las alertas dadas el día anterior. El cielo, si bien estaba cargado de nubes tipos cúmulos, no estaba cerrado, dejando ver su color azul y el brillo del Sol entre las nubes, y al no ver nada serio cerca, parecía no existir peligro alguno. Pero en tan solo unos 45 minutos empezó acercarse una inmensa nube oscura del Oeste, descargando rayos por todos lados. Había que volver, y solo tenía mis pies y encima, acompañado de otra persona. Era hora de volver trotando, y no era para chiste. Teníamos que atravesar un descampado, y en verdad era preocupante ver cómo caían cerca los rayos, y si te pillaba esa tormenta que se acercaba cada vez más, puedes ser blanco de una descarga fatal. No paramos de trotar, y apenas llegamos al lugar de resguardo (con la lengua afuera) empezaron a caer las primeras gruesas gotas, y en diez minutos se desató la furia.

No en vano son las alertas meteorológicas, debiendo ser precavido. Al día siguiente, el 8 de Noviembre, estaba anunciado tiempo inestable, pero fue un día espléndido, y nadie hubiera creído que tan solo el día anterior hubo una tormenta de esa magnitud, afectando a tantos, con casi todas las calles inundadas al precipitarse tanta agua de golpe y un corte de energía eléctrica, que en nuestro caso recién volvió cerca de la medianoche.

Pero, a pesar de todo, valió la pena ver tan hermoso espectáculo coronando el final del día con el mejor recuerdo.

La próxima vez que vea un arco iris, trate de ver cuántos colores puede contar. Y después, se lo cuenta a otros.

Nota 1. Las imágenes son exclusivas de mi propiedad, las vinculantes pertenecen a la página web de Wikipedia.

Nota 2: Adjunto un vídeo donde un joven explica que el color magenta en realidad no existe en el espectro electromagnético, sino que es formado por el cerebro al percibir los conos solo el rojo y el azul, que se encuentran en los extremos del espectro, y que al no detectar el verde (el tercer cono de nuestra vista a color) el cerebro forma el magenta, color que cierra el círculo de colores RGB mostrado más arriba con el color fucsia.



martes, 24 de octubre de 2017

Cuatro noches sin Luna

 El sábado 21 de Octubre de 2017 se pudo ver en la región del Alto valle de Río Negro la primera fase visible del nuevo ciclo lunar. La comencé a ver recién durante la puesta del Sol, hora 19:53, antes de la aparición de las estrellas con el 4,5% de superficie iluminada. En la siguiente imagen, prácticamente no se alcanza a ver, indicada por la flecha, pero la cámara la captó en el momento que la había perdido de vista. 


En la medida que avanzaba el crepúsculo y el cielo lentamente se oscurecía, la delgada porción lunar resultaba más visible.


A eso de las 20:27 comencé a ver las primeras estrellas, igual que ayer, esto es a los 35 minutos de la puesta del Sol, cuando en la región ni yo ni otras personas pudieron verla, a pesar que estaba con el 1,4% y a 55 minutos detrás del Sol y con unas condiciones atmosféricas inmejorables para la zona.
En la siguiente imagen aparece la puesta del Sol, señalando la hora de la misma. Como ocurrió a las 19:53, 55 minutos después se pondría la Luna, ante lo cual solamente se podía esperar hasta las 20:48.


A las 20:43 tomo una imagen de la zona del horizonte donde se encuentra la Luna, pero imposible de ver.


Dado que ya venía creciendo, al día siguiente el porcentaje de iluminación al ser mayor, permitió verla apenas el Sol cruzó el horizonte, como lo atestiguo en las imágenes previas. Para cuando comenzaban a verse las primeras estrellas, el cielo estaba algo más oscuro pero todavía mantenía su color azul, destacándose mejor la fase lunar como lo muestra la siguiente imagen.


Pasados unos minutos el porcentaje de iluminación va creciendo, y al oscurecer más se puede ver más gruesa por el efecto visual más que nada luminoso al contrastar con un fondo más oscuro, apareciendo además el albedo a los 45 minutos pasada la puesta del Sol. El albedo es la luz del Sol reflejada de la tierra iluminando la parte no iluminada de la Luna por el Sol. La siguiente imagen lo muestra a los 48 minutos después de la puesta del Sol.


Mientras en el hemisferio Norte fue visible hasta el 18/10, como en New Concord, estado de Ohio, Estados Unidos con el 2% de iluminada y a 82 minutos por delante del Sol, en el hemisferio Sur y en la zona del Alto Valle la última fase fue visible hasta el 17 de Octubre. La posición orbital llevó a que en la región el 18 de Octubre no solo se redujera para las 6:00 a.m. el porcentaje iluminado al 1,1%, sino que estaba por delante del sol apenas a 20 minutos, imposible poder verla. En cambio, el 17 de octubre, si bien estaba por delante del Sol con 52 minutos, estaba con el 6,6% iluminada, fácil de verla hasta con una claridad aumentante del brillo del Sol (pueden ver la imagen de una última fase con el 3,9% apenas 7 minutos antes de salir el Sol).

Así, desde el último día que fue vista la Luna en la región, un 17 de Octubre a la madrugada, antes de la salida del Sol, pasaron en total cuatro noches sin Luna hasta poder volverla a ver nuevamente el 21 de Octubre en la tarde-noche. 

Fue el período de tiempo más largo del año, que suele darse cuando se combinan ciertos factores claves de la revolución lunar, tales como posición de la órbita respecto del observador, velocidad baja al transitar durante el apogeo, es decir, más alejada de la Tierra, y momento preciso de la conjunción, entre las principales.

Este año se dio la particularidad de tener juntos en la región, en tres meses o ciclos lunares consecutivos, la serie completa de diferentes tiempos transcurridos desde la última fase visible del ciclo lunar acercándose a su final y el renuevo del mismo con la nueva fase visible del siguiente nuevo ciclo lunar.

El 20 de Agosto del corriente año fue el día que se vio la última fase lunar visible a simple vista en la madrugada, y la nueva fase visible ocurrió el 22 de Agosto, transcurriendo dos noches sin Luna. A continuación al siguiente mes, el 18 de Septiembre se vio la última fase visible y el renuevo con la primera fase visible del siguiente ciclo ocurre en la tarde del 21 de Septiembre, pasando en total tres noches sin Luna. Una noche más que para el ciclo anterior. Y finalmente para Octubre ocurre el ciclo más largo. En la madrugada del 17 de Octubre fue visible la última fase lunar. A partir de allí no se la vio en la noche siguiente al amanecer del 18 de Octubre, tampoco en la siguiente noche por ningún lado, como es lógico esperar al corresponder su acercamiento a la conjunción del día 19 de Octubre, ni en la siguiente noche del 19, ni en la siguiente del 20, donde algunos calculistas pensaron que podía ser visible el día 20 de Octubre en la tarde-noche. Estaba con el 1,4% iluminada pero a solo 55 minutos del Sol, y no se pudo ver a simple vista en la región a pesar que las condiciones atmosféricas fueron inmejorables. De esta manera pasaron cuatro noches. Recién al momento de la puesta del Sol durante el 21 de Octubre aparece en el cielo la primera fase visible del siguiente ciclo lunar.

En una efeméride astronómica se puede apreciar que para el día 20 de Octubre, mientras para la región duda sobre su visibilidad, para Córdoba indica visible con el mismo porcentaje (1,5%, ligeramente menor) y a 54 minutos del Sol. Lamentablemente no existe ninguna imagen captada en esa zona. Probablemente pudo ser vista desde Chile, donde el porcentaje de iluminación es algo mayor, indicada 1,6% con los mismos 55 minutos de distancia del Sol, por ejemplo, en Antofagasta. Sin embargo, en una zona como Las Grutas, más hacia el Este, las condiciones de observación cambian ligeramente. Allí también la última fase fue el 17 de Octubre, y para el 20 la efeméride indica posible de ver la primera fase. A veces los datos de las efemérides no son muy precisos, porque indica 1,6% de brillo con 54 minutos de diferencia entre puestas con el Sol para esa zona. Por un lado es cierto que la diferencia de brillo en una distancia de 260Km en línea recta y paralela al paralelo no influye mucho, apenas alrededor de un 0,025% menor, pero cuando en mi región ubicada más al Oeste figura en la misma efeméride el 1,6%, lo cierto es que el valor más exacto fue del 1,3 a 1,4% durante esos 55 minutos en el cielo desde la puesta del Sol. Un programa de ese tipo indica 1,1% para el meridiano de Greenwich y adelantando 3 horas señala en bajos porcentajes una diferencia de 0,3%, alrededor del 0,1% por hora.[1] Pasa lo mismo con Mar del Plata. Allí indica 1,5% y 53 minutos, dudando de si puede ser vista, solicitando que si alguien la ve pueda reportarlo (al igual que lo hace para mi zona de observación). Allí ahora notamos algo más delgada en el pronóstico, con lo cual de acuerdo a otros programas muy precisos relativos a la revolución lunar, fue alrededor del 1,3%. Seguramente fue imposible verla a simple vista.

Para Rio Grande, Brasil, -32 meridiana -52, curiosamente sigue indicando el mismo que para Mar del Plata, el 1,5%, y además pronostica que será visible con apenas 52 minutos de diferencia respecto al Sol. Esto ya es imposible a simple vista, a menos que el cielo no estuviera teñido, algo muy inusual, porque si bien los minutos son 52, es menor, dos o tres minutos menos, luego el porcentaje iluminado no puede ser 1,5% sino ligeramente menor al de Mar del Plata. La diferencia con el meridiano de Greenwich es de aproximadamente 2,3 horas, con lo cual estaría alrededor del 1,35%.  Las horas locales dicen poco, porque sin importar lo que se indique, el tiempo varía. Por ejemplo, el amanecer entre una distancia de 260 kilómetros en línea recta al paralelo 39 el Sol sale 12 minutos antes. El porcentaje de iluminación varía a razón de 0,1%/hora, un 0,020% en 12 minutos, casi nada. Pero si la distancia llega a los 1.200 kilómetros el porcentaje varía alrededor de un 0,1%, que en rangos muy al límite de la visual se nota.[2] Y en esa zona de Brasil la última fase fue vista el 17/10. Si bien indica probabilidad de ver la del 18/10, es improbable haya sucedido a simple vista, aun teniendo el 2,3% iluminada, y esto por hallarse apenas a 29 minutos del Sol, estando ya muy claro para cuando saliera antes del horizonte. De hecho, en la efeméride anota: “probably visible under perfect conditions”. Raramente se dan las condiciones “perfectas. Personalmente poseo imágenes de una Luna vista todavía 22 minutos antes que el Sol saliera con el 2,4%, sin embargo, es sumamente difícil captarla, debiendo aguzar la vista en un sector del cielo que se sabe con certeza se encuentra por espacio de varios segundos para que el ojo humano, haciendo enfoque y logre distinguir una diferencia mínima, la perciba. Y debo aclarar que en esa oportunidad la Luna se encontraba por encima del teñido rojizo del cielo del amanecer, otro elemento atmosférico en contra que dificultaría verla si estuviera dentro del mismo al estar más cerca del Sol, como suele ocurrir si se encuentra a solo 29 minutos del mismo y no a 52 como fue en mi situación en la que aporto la siguiente imagen.



 ¿La descubrió? Seguramente, si alcanzó a verla, le habrá costado bastante captarla. Lo mismo pasa al mirar el cielo, y mucho más tiempo se tarda cuando no se sabe con certeza el lugar exacto del cielo donde ubicarla. En la imagen se la tiene que buscar por el centro de la misma, que es la zona donde generalmente se sitúa con la cámara un objetivo a fotografiar. Imagine lo difícil que sería distinguir ese color rojizo del filete lunar si estuviera más abajo, confundiéndose con el mismo tono rojizo del cielo del amanecer. Eso mismo ocurre durante el ocaso.

Para Recife, Brasil, el punto geográfico más hacia el Este del continente sudamericano, ubicado cerca del ecuador, en el paralelo -8,5 y meridiana -34,8, para el 20/10 se indica una Luna creciente visible al 1,3% con apenas 50 minutos de diferencia. No creo que nadie la haya visto, pues está en el rango por debajo de las visibilidades normales. Pero allí es muy probable de haber sido vista la última fase de la Luna el 18/10, de acuerdo a una efeméride con el 2,4% y a 51 minutos del Sol, con lo cual esa zona en particular no tuvo cuatro noches sin Luna.

Lo mencionado es para demostrar que efectivamente, dependiendo de la zona, la revolución lunar puede presentar hasta tres variantes en cuanto a tiempos para su visibilidad a ojo desnudo desde el día que se ve su última fase hasta el día que se ve su primera fase del ciclo siguiente. En Wikipedia da información del tiempo en horas, como lo hacen en las efemérides celestes,[3] sin embargo, cuando la misma información se contrasta con la ubicación temporal diaria de la sucesión de los días, inmediatamente cambia el enfoque al medir tales tiempos en noche o días transcurridos.

En nuestro ejemplo hemos tenido la primera noche del 17 al 18, la segunda del 18 al 19, la tercera del 19 al 20 y la cuarta del 20 al 21, viendo la Luna recién el 21 a la tarde noche. Esta era la manera de ver la Luna en la antigüedad, a simple vista y dependiendo de diversas condiciones atmosféricas, y sin saber exactamente el punto exacto de dónde buscar en el cielo, debiendo recorrer la vista por un sector más amplio del mismo. Pero con tantos años de observación pudieron notar esas diferencias temporales observando las últimas y primeras fases lunares entre el fin de un ciclo y el comienzo del otro respectivamente. De hecho, se utilizan las mismas expresiones en griego para indicar el levantamiento de un astro que el levantamiento de alguien de una tumba.

Esto es bueno saberlo, porque en tiempos antiguos, los pueblos que se guiaban por la Luna para determinar los meses y los años de sus vidas y para organizar y cumplir con las actividades que efectuaban, sus renuevos fueron comparados con la resurrección del alma.

Conociendo los detalles de tales renuevos resulta sencillo después comprender ciertas alusiones al tema, un tema de prolongados debates históricos sobre profecías cumplidas y doctrinas teológicas diversas, fuente de eternas discusiones entre quienes procuran conocer la verdad de las cosas. Y como simples seres humanos que somos, ocupados la mayor parte de nuestras vidas en las obligaciones que el sistema y la naturaleza nos impone,  luchando para sobrevivir y atender nuestras familias, no resulta sencillo captar de entrada a todas estas tradiciones y sus trasfondos, requiriendo a veces de años de investigación y estudios. Esta situación inherente a nosotros es lo que permite la proliferación e instalación de dogmas, ideologías y posicionamientos de todo tipo, cuando en nuestras vidas en determinados momentos elegimos con qué clase de personas asociarnos, llevados en gran parte por la cultura regional del país donde vivimos.

La gran batalla como individuos únicos se encuentra en la superación de tales dependencias, logrando por nosotros mismos las convicciones fundadas en el mayor y mejor conocimiento adquirido en la vida, logro solamente posible si de alguna manera siempre estamos dispuestos a cuestionar todo lo que nos llega de nuestro alrededor pero adoptando una condición de equilibrio muy difícil de alcanzar. La realidad indica que si progresas demasiado en este mundo, te aíslas, porque nadie logra entenderte, por lo que muchas veces hay que hacerse el tonto para evitar discusiones inútiles generadora de enemistades y desencuentros de todo tipo.

Los animo a realizar sus comentarios, cualquier crítica será bienvenida. Si prefieren hacerlo personalmente, dirigirse a oyado919@gmail.com. Prometo contestar.

Edgardo Winczur, Octubre 2017.


[1] Si bien la diferencia horaria con Greenwich (cerca de Londres) es de 4 horas, verificando los porcentajes indicados en un programa virtual lunar, coincide perfecto el porcentaje de brillo visto en mis coordenadas (línea de sombra) adelantando solo 3 horas el programa que lo calcula respecto a la meridiana de Greenwich. De hecho, la precisión del programa virtual se sitúa entre 2 a 3 horas de diferencia, con lo cual para el meridiano de Greenwich es algo menor al 1,1% indicado para el 20/10/2017. A pesar de los avances en los cálculos matemáticos, todavía estamos un poco imprecisos para fijar aspectos que orillan los límites de ciertas cosas como las que estamos tratando.
[2] Una distancia que abarque unas tres horas de diferencia entre meridianas puede rondar alrededor de 4.560 kilómetros, dependiendo el paralelo de dónde se sitúe. En grados son 15º/h, y la distancia se va achicando a medida que se aleja uno hacia los polos. En el ecuador 15º son alrededor de 1667 kilómetros.
[3] Inclusive llegan a decir que la primera fase visible puede verse al otro día a la tarde de cuándo se ve la última el día anterior al amanecer, lo cual es imposible a simple vista. Una cosa es decir algo bajo un supuesto respaldo académico y otra muy distinta es mostrar las fotos reales para apoyar tales afirmaciones.





jueves, 5 de octubre de 2017

Última fase visible de las 27 el 18/09/2017



Captaba por causalidad apenas a 7 minutos antes de salir el Sol.

El siguiente ciclo lunar en la región tendrá solamente 26 fases visibles a simple vista, puesto que el 18 de Octubre no podrá ser visible la 27ª debido a ubicarse en esa fecha para nosotros muy cerca del Sol y con una muy reducida luminosidad.

Durante el año 2017 hemos tenido en la región del meridiano 67 en Sudamérica, períodos de tiempo desde la última fase visible a la primera visible del nuevo mes lunar de entre uno y dos días sin poder ver la Luna. Por ejemplo, en este mes de Septiembre tuvimos sin poder ver la Luna los días 19 y 20 de Septiembre. El 18/9 pudimos ver la última, que es la que aparece en la imagen, y luego reaparece la Luna nueva para poder ser vista a simple vista recién el 21 de Septiembre, faltando una imagen propia porque en la zona estuvo nublado, pero fue capturada en Chile, dejándonos así dos días sin poder verla. En cambio la anterior, durante Agosto, tuvimos un solo día sin poder ver la Luna, que fue el 21 de Agosto, famoso por el día del eclipse en E.U.A. La última fue vista el 20 y vuelta a ver recién el 22. Ese mismo día 22/8, unos 100º más al Este no pudo ser vista, por ejemplo, en Israel unas 6 horas antes, pero sí en nuestra región. Y así ha sido durante el resto del año. Todavía no hemos tenido tres días sin poder verla.

Fe de errata

Al confundirme con los días había colocado fase 28, pero es fase visible 27ª (vigésima séptima) en 28 días. Las fases visibles son en total máximo 27 y algunos meses llegan a ser de 26 en 27 días.

lunes, 7 de agosto de 2017

1/7º, la fracción de Π y la coincidencia con la distancia al Sol


Dicen algunos en Internet que los hindúes mucho antes de Pitágoras dedujeron que el ángulo al cual se halla el Sol cuando la Luna se encuentra exactamente iluminada a la mitad es de 1/7º. El valor es casi idéntico al real de 89,85º.

Me causa gracia que pudieran medirlo, pero no me causa gracia ver que 1/7 es el valor primitivo de los egipcios para la fracción de Π, quebrado posible de ver en su codo real; y que la inversa del seno de la fracción de Π es de 404,65, muy cercana al de 1/7, que es de 401,07, donde el Sol es 400,51 veces más grande diametralmente que la Luna y se halla a una distancia de unas 400 veces la distancia de la Tierra a la Luna, y como la Luna es 3,7 veces menor a la Tierra, el Sol es 109,19 veces mayor que nuestro planeta. Los ángulos son medidos basados en el sistema sexagesimal, donde 360º equivalen a una revolución o vuelta completa. Sea que usemos el valor de 1/7 o la fracción de Π, ambos valores casi idénticos al ángulo solar, arribamos a los valores dimensionales comparativos y de distancias entre astros prácticamente iguales a las reales.


¿No es demasiada coincidencia que la fracción de Π se corresponda con el ángulo solar que lleva a obtener distancias y tamaños de la Luna y el Sol respecto a la Tierra casi iguales a los descritos actualmente por la ciencia?

domingo, 14 de mayo de 2017

Persecución religiosa en Rusia

Es increíble ver cómo los comentarios de quienes odian a los TJ se hacen notar por su bajeza e ignorancia, ignorancia de sí mismos, claro. Los TJ han sido injustamente juzgados, maltratados judicialmente, y pocos se percatan que son el grupo de personas más ingenuo y pacífico del planeta, creyendo lo que creen y hasta entregando su propia vida por sus creencias si ante ello se vieran enfrentados. Quienes se enervan contra ellos los acusan de ser ignorantes de la Biblia, de tragarse el rollo de la central mundial de la W, de ser unos tontos y borregos manipulados, y de muchas cosas más. Pero, ¿tienen algo mejor que ofrecer a cambio? Nada, solo odio, ira, bajeza, estupidez, ignorancia, y toda una serie de negatividades que no merecen la pena su atención. ¿Qué indica ello? Solo una cosa clara: quienes los atacan y critican lo hacen porque los atacados no son sinvergüenzas y fallutos como inconscientemente perciben muy bien que son ellos mismos en su interior pero no logran hacerlo consciente y superador. Son el espejo ante el cual al mirarse los corruptos no pueden resistir al darse cuenta que resultan acusados de aquello que les endilgan a quienes saben muy bien que no lo son, a menos que sean tan torpes e ignorantes, que los hay muchos, pero se creen tan listos y perspicaces que solo les sirve para enervarse contra gente pacífica para calmar o justificar sus ineptas conciencias.

Quienes ataquen a los TJ deberían analizarse muy bien ellos mismos primero para descubrir hasta qué punto ellos son peores personas y no mejores. ¿Les da rabia que los TJ sean manipulados mentalmente, engañados con sofismo de alta escuela como afirman? Más bien, si eso ven, debería darles lástima y ayudarlos con amabilidad y no criticarlos de manera despiadada. Es cierto que muchos manifiestan que su crítica sañuda va contra la Central Mundial, pero, ¿de qué sirve? Esto se parece a los estafadores que usan de la avaricia propia de las “víctimas” para estafarlos. Siempre habrá “víctimas” mientras esa clase de persona sea internamente codiciosa y oportunista. De nada servirá denostar o perseguir a los sinvergüenzas vivillos que se aprovechan de tales situaciones, salvo para proteger a los codiciosos. Pero en este caso es al revés. Esa organización religiosa con sus enseñanzas ha logrado reunir al grupo más grande de gente buena e ingenua del mundo, y en vez de apreciarlos los que no han sido captados, los persiguen y denuestan. Es cierto que entre ellos también hay malas personas, pero no como en todos lados sino menos, digamos, en menor intensidad. ¿Que se hacen mal algunas cosas, se oculta? Seguro, como ocurre en todas partes. Pero ellos son tan ingenuos y tontos que hasta se creen que lo hacen bien. La mayoría de su colectivo es gente pacífica, trabajadora, honesta, obediente de las leyes, fácilmente dominables por su Central Mundial, tan notorio que hasta los mismos miembros del Cuerpo Gobernante llegan a decir, en este caso en el mismo vídeo de los TJ rusos: “su gran confianza en Jehová nos conmueve”.

¿Hay alguien que al visitar este lugar pueda darse cuenta del profundo alcance psicológico de este movimiento y cómo le afecta semejante situación?

Ciertamente que el suceso ocurrido en la Federación Rusa resulta en una enorme publicidad mundial ante la cual nadie informado puede eludir. El “pueblo” de los TJ es como un espejo ante el mundo, y quienes se creen más listos e inteligentes que ellos deben poder enfrentar lo mismo de todo lo que a ellos se les acusa. Pero, les adelanto, hasta ahora no pude hallar a ninguno de esos “listos” que puedan demostrar que no son lo que en otros condenan. No muchos son sinceros y capaces de enfrentarse a sí mismos.
Son contadas las personas que habiendo sido TJ y luego han abandonado esa religión, pudieron superarse y llegar a ser mejores personas que antes. A veces me topo con alguno en la red, pero son un espécimen raro. Y personas de otras religiones, cuando de alguna manera intercambio con ellos en temas relacionados a su fe o determinada postura que me parece incorrecta, casi siempre la relación culmina de modo ingrato. Nadie está dispuesto en analizar los argumentos, solo en buscar tonteras y machacar sobre ellas para respaldar su disconformidad. 


Muchas gracias por leer

Hablemos de los testigos de Jehová

Los testigos de Jehová, un grupo muy particular

Excelente disertación de Felix Canelo, casi el único que sabe explicar una realidad de manera constructiva y amable. Los testigos de todas las congregaciones son personas que han sido adoctrinadas para no pensar, sino para leer y aceptar como “verdad” incuestionable todo lo que reciben como el “alimento de Jehová”. Sería un pecado gravísimo que alguno en algún momento dudara de alguna enseñanza, inculcando que “la duda” solo viene del Diablo. Cuando alguien duda, los “ancianos” deben “ayudar” a esa persona a desalojar dicha duda transformándola en un sentimiento de plena confianza a la “madre organización”, equiparándolo a una ‘demostración de fe en Jehová’. Solo trabajan sobre las emociones, no sobre el conocimiento. Nada es lo que aparenta. El editor de este vídeo ha instalado un tema que la mayoría, que se acercan como moscas a la miel, son personas que buscan desahogar su odio a la W y a cualquiera que manifestara cierta ecuanimidad en sus razonamientos. Quienes se identifican como TJ no lo son realmente. Nunca ningún TJ usaría expresiones denigrantes hacia aquellos con los cuales no concuerda. Más bien respondería como Felix lo ha hecho a quienes lo insultaron, solo que en la mayoría de los casos los auténticos TJ no saben qué responder y se quedan callados. Si en este sitio pulularan auténticos TJ, no podrían soportarlo, saldrían emocionalmente lastimados. 

El propietario de este sitio demuestra ciertas falencias muy sugestivas: es muy raro que responda al perfil de una persona “profesional” cuyo interés solo sea defender “imparcialmente” la organización religiosa por el solo hecho de servir para transformar a personas de estados mentales negativos a positivos. Esa persona, si realmente es un investigador imparcial, debería preguntarse por qué motivo el ser humano es como es: necesita ser embaucado para ‘ayudarlo a salir’. El mismo afirma que leyó la Biblia completa de tapa a tapa 11 veces, algo muy inusual. Indirectamente nos dice que está buscando frenéticamente, casi de manera desesperada, información que le ayude a salir del pozo mental (o espiritual) en el cual se encuentra. Si después de leerla 11 veces (¡madre mía!) no ha percibido todavía el mensaje del inestable y contradictorio pensamiento humano en ella, es porque su lectura ha sido muy superficial y carente de rigor investigativo. Afirma haber descubierto, leyendo, que Jesús no instituyó ninguna religión, lo cual no puede ser cierto, porque ese concepto viene de la crítica textual y no de una lectura bíblica devota, que apunta en libros como en Hechos de los apóstoles y las cartas paulinas a precisamente todo lo contrario, a insinuar que Jesús sí instituyó una comunidad religiosa específica, y que respaldará, llegado el momento, solamente a esa organización apostólica y a todos aquellos que acepten su mensaje. Todo el que negara al mesías por ellos predicado sería condenado. El problema surgió cuando el fin esperado en el primer siglo no llegó en vida de ningún apóstol y los creyentes sobrevivientes del primer fiasco mesiánico judío tuvieron que reconvertirse. La principal causa o razón para no poder captar las incoherencias bíblicas estriba generalmente a que el individuo lee con una carga de prejuicios, aspecto particularmente notorio, no solo en los TJ adoctrinados, sino en los de cualquier otra religión que adoptan posturas apologéticas fundamentadas en conceptos tales como el de la inerrancia de las Escrituras. Poder razonar con personas religiosas que defienden su fe sobre la base de supuestos inamovibles a ultranza suele ser una verdadera pérdida de tiempo: jamás razonan lo suficiente para darse cuenta de sus propios errores de juicio. Es que, justamente, necesitan defenderse de todo aquello que de cualquier manera pusiera en peligro su estado de actual convivencia religiosa. Sus amistades, su imagen o reputación y sus intereses son más importantes que cualquier razonamiento por más lógico y acertado que fuere. Si dieran lugar a los planteos del logos al que adoran pero que no usan, imaginan perderlo todo, una “realidad” a la que no están dispuestos enfrentar.

El aspecto al que todos nos enfrentamos tiene que ver con nuestra personalidad interior, donde muchos no alcanzan a ver lo viles que somos. Suele ser muy difícil que las personas acepten anidar ideas o actos incorrectos, imaginando que son buenas personas. No se trata de que no lo sean, se trata de reconocer también nuestros aspectos negativos, impropios, injustos, que también anidan en nuestro ser. Reconocerlos y enfrentarlos es la tarea más difícil de todas. Es más fácil aparentar y justificarlos cuando surgen. En el cristianismo se suele reconocer tal realidad, pero no se la enfrenta o se la enfrenta de modo equivocado, aspecto que trae aparejada la gran diferencia en los apologistas de la fe. Si a ello sumamos la enrome pérdida de valores, o más bien, las confusas ideologías respecto a ellos que pululan en las mentes de muchos en nuestras decadentes sociedades actuales, no resulta difícil entender por qué motivo hay personas como el propietario del vídeo y de tantas “moscas” (más de 70 mil visualizaciones) que revolotean un plato servido para ser debidamente analizado.


Gracias por leer. 

domingo, 16 de abril de 2017

¡Ni una pluma de tonto!


El hornero es el ave tradicional sudamericana, y es un eximio albañil. Construye sus nidos sobre postes, árboles y en cualquier espacio que considere apropiado. Y entre los espacios modernos están los edificios altos. El de la imagen se corresponde a un hotel de tres pisos, ubicando su nido a casi 8 metros de altura.



El ave de la imagen de arriba es la especie especializada en construir nidos de barro y pasto seco. Son muy hábiles, previendo de antemano el lugar y el diseño que finalmente debe adoptar para adecuarse a cada circunstancia. Por ejemplo, en la siguiente imagen su constructor tuvo que primero levantar una base para obtener una superficie horizontal apropiada donde iría apoyado su nido.



Cuando publiqué la primera imagen en Abril del 2017 sus ocupantes vivían felices en su casa. Pero recientemente al dueño del hotel le molestó ver esa invasión a su propiedad y contrato para que alguien con una escalera de 9 metros de altura escalara desde afuera del edificio y llegara a la ventana para remover el nido.

Por eso, tengo que contarles que los pobres horneros, si bien la pensaron bien, no calcularon que hay humanos con escaleras tan altas que se tomarían el trabajo de causarles daño. Ahora están con su casa destruida. Sin embargo, debo decir que al final, tal como quedó después, está peor que antes. Quien removió el nido no pudo quitar por completo las adherencias del barro en la mampostería, dejando una mancha cuya presencia es más despreciable que el hermoso nido. Luego de varias semanas de removido, capturo la siguiente imagen para que juzguen por ustedes mismos.


                     

Lo bueno que podemos aprender de esto es que en Sudamérica los edificios elevados no deben tener ventanas embutidas sino al ras de la pared exterior, evitando de esa manera brindar espacio suficiente de apoyo para que el Furnaruis rufus pueda usarlos para construir sus nidos.

viernes, 3 de marzo de 2017

Las contradicciones bíblicas son producto de malas interpretaciones

La Luna, la fiesta de la pascua o Pesaj judía, y Jesucristo: ¿tienen algo en común?




Mucho, y es lo que trataré de explicar en los siguientes discursos que pueden leer pulsando directamente en las siguientes direcciones:

La leyenda de la pascua centra la muerte en la tarde del día 14, luego viene, en sentido numérico, el segundo día o shabbat cuando permanece en la tumba todo el día 15 (apenas un día y una noche), luego del ocaso de ese día 15 comienza el 16, y resucita al tercer día antes del amanecer. El problema es que durante el día 15 los sinópticos indirectamente señalan fue muerto, pues claramente relatan que celebró la Pesaj en la noche del 15 (apenas comenzado ese día lunar). Para marear a los inexpertos los curas y pastores cristianos enseñan que cenó la Pesaj en la noche del día 14, afirmando a todos se correspondía al mismo momento en que lo judíos lo hacían todos los años, muriendo por tanto el 14 a la tarde, pues de otra manera el relato no les cierra por ningún lado. Sin embargo, no es eso lo que los evangelios y las escrituras de las cuales abrevaron (el Pentateuco) enseñan. Por otro lado, aun intercalando un día de acuerdo al evangelio de Juan (que los sinópticos también hacen pero completamente contrario a las costumbres judías, por ello la contradicción con el Pentateuco), solo pasa muerto unas pocas horas diurnas del día 14 y otras pocas nocturnas del 16, con lo cual, si bien expresivamente resucita el “día tercero”, apenas pasa un día completo más medio de la junta de los otros dos pedazos, incumpliendo la señal de Jonás de trascurrir “tres días y tres noches”, lo que es sin duda alguna una expresión “idiomática” muy clara para corresponder a un período de tiempo mucho mayor al relato de la leyenda. Y finalmente, “al tercer día” es una expresión “idiomática” cuya procedencia “profética” no tiene nada que ver con la vida de un pobre infeliz llamado Jesús, solo le fue aplicada de manera bastante forzada a su persona dos expresiones antiguas distintas que formaban parte del conocimiento astrológico de los ciclos lunares.
Nuevo enlace público de Google: La contradicción cronológica de la última cena

Y luego en:

En este discurso muestro la conexión de tales expresiones con la renovación mensual de los ciclos lunares, aspecto que la mayoría desconoce (no he visto a nadie que lo haya siquiera sugerido hasta ahora). El intervalo entre el final de la fase visible de un mes lunar y el siguiente trae aparejada una secuencia distinta de días sin Luna a lo largo del año, ocurriendo de una manera secuencial, siendo recordados desde la antigüedad tales variantes al ser plasmados en distintas narraciones legendarias.
Nuevo enlace público de Google: La señal de Jonás, resurrección de...

Ambos temas vienen a completar la serie de tres que comencé al publicar el primero, titulado:

3)   ¿A qué hora crucificaron a Jesús? (enlace antiguo)
Existe una clara contraposición entre los evangelios sinópticos y el evangelio de Juan, donde muchos tratan por todos los medios de anularla con desarrollos sofistas carentes de sustento lógico. Durante el análisis del tema parto de enseñanzas divulgativas protestantes, para la cuales verán cómo usan una traducción manipulada.  El propósito de tales “soluciones teológicas” persigue la instalación histórica del relato sobre la vida y muerte de Jesucristo. Pero la evidencia lleva a mostrar que dicho relato se halla inspirado en antiguas concepciones relacionadas con el señorío de la Luna en la vida del pueblo israelita, y al ser compuestos no procuraron plasmar una narración histórica, sino hacer corresponder un hecho histórico con sus leyendas lunares al convertir a su Jesús en un dios para quienes creyeron fue el mesías profetizado, muerto y resucitado.
Nuevo enlace público de Google: ¿A que hora crucificaron a Jesús?

La conexión de Jesucristo con la Luna es indiscutible, tal como lo es con el dios judío Yhwh, a quien reemplazó en la doctrina cristiana, transformándose en el dios Sol. El Sol y la Luna son representaciones astrológicas divinas desde el inconsciente del ser humano en su manifestación andrógina, siendo usado desde la más remota antigüedad como lo demuestran las imágenes halladas entre los antiguos egipcios. 


Espero disfruten del material divulgativo y conozcan los orígenes de diversas expresiones bíblicas.

Los invito a comentar para expresar sus opiniones, y si gustan hacerlo en privado, pueden escribirme a oyado919@gmail.com. 

viernes, 10 de febrero de 2017

Salvación. ¿De qué?

La salvación es el tema central del cristianismo:

“Y con muchas otras palabras (Pedro) testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.” (Hech.2:40)

“Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, mas no se le dará ninguna señal, sino la señal de Jonás el profeta. Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches. [...] Así también será con esta generación inicua”. (Mateo 12:38-45.) 

Entre los cristianos de cualquier denominación la doctrina salvífica forma parte central de su esperanza, siendo la misma una poderosa fuerza de su razón de ser.

La descripción que de ella efectúan desde las distintas agrupaciones religiosas, son casi idénticas.

El catecismo católico reconoce a Jesucristo como ‘Dios hecho carne que bajó del cielo’ “por nuestra salvación”.  

“…y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato”

Hacia el final del Credo confiesan:

“Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.”

Los fieles católicos en general no tienen claro este tema, pues no pueden conciliar la inmortalidad del alma  con la resurrección y la vida futura. Se puede vislumbrar a grandes rasgos que la ‘salvación’ tiene que ver con resucitar a la vida en el ‘mundo futuro’, evitando el castigo eterno del ‘infierno’, aspecto que ha sido entendido de muy diversas maneras. En el credo de Nicea, por ejemplo, no mencionan que Cristo “descendió a los infiernos” tal como aparece en el Credo apostólico. Sobre éste particular explican:

“Los «infiernos» –distintos del «infierno» de la condenación– constituían el estado de todos aquellos, justos e injustos, que habían muerto antes de Cristo. Con el alma unida a su Persona divina, Jesús tomó en los infiernos a los justos que aguardaban a su Redentor para poder acceder finalmente a la visión de Dios. Después de haber vencido, mediante su propia muerte, a la muerte y al diablo «que tenía el poder de la muerte» (Hb 2, 14), Jesús liberó a los justos, que esperaban al Redentor, y les abrió las puertas del Cielo.” 

Dicho concepto se halla relacionado con el pasaje de Hech.2:27, 31 en el discurso de Pedro cuando cita un pasaje de Salmo (16:10) y luego lo aplica a Jesús, que en griego menciona que el alma o psijé (ψυχή) de Cristo no sería abandonada en el hades (ᾅδου) .

«ὅτι οὐκ ἐγκαταλείψεις τὴν ψυχήν μου εἰς ᾅδου οὐδὲ δώσεις τὸν ὅσιόν σου ἰδεῖν διαφθοράν.»

En el versículo 31 en griego luego de parafrasear repitiendo el 27  remarca en ambos en la segunda parte diciendo que su carne (σαρξ) no vería la corrupción, es decir, no se pudriría quedando sus huesos allí de testigos de tal proceso, a diferencia de David, cuya sepultura con sus restos estaba con ellos en sus días (Hech.2:29).

Otras traducciones en vez de “hades” traducen “infierno”, pero no en plural como enseña el catecismo para querer decir algo distinto, sino en singular. 

Y tanto el hades griego, como el seol hebreo son lo mismo que el infierno latino. 
En hebreo, para ese pasaje del Salmo 16:10 dice que el nefesh o alma del salmista no será abandonada en el-seol (לשאול), expresión que la LXX traduce aden (fosa, sepultura), y la vulgata traduce inferno, tanto en el Salmo como en Hechos 2:27 y 31.

El otro pasaje que muestra al Cristo descender al infierno es Efesios 4:7-10. Si bien no usa la palabra “hades” si habla de “las partes más bajas de la tierra”, de donde ‘asciende’ como el Cristo resucitado “por encima de todos los cielos”. La analogía es clara. 

Otros pasajes bíblicos que enseñan ese ‘descenso’ son 1ªPed.3:18-20 y 4:6. Tales pasajes son tomados en su aspecto literal, aplicados al momento de expirar y antes de resucitar en la persona de Jesús, cuando en realidad dicha literalidad posee una significación espiritual universal que casi nadie nota. Por ejemplo, nadie nota la relación existente entre Efesios 4:7-10 con Apocalipsis 22:16 y 2:28.

De allí que el tema sobre la salvación se torna confuso aunque parezca sencillo. Para empezar, ¿somos salvados o nos salvamos? No es lo mismo ‘ser salvado’ que ‘salvarse uno mismo’. Para los que piensan que ‘somos salvados’ es necesario puedan entender de qué somos salvados, lo cual explican de modo sencillo las distintas corrientes cristianas.

“¿De qué somos salvados? En la doctrina cristiana de la salvación, somos salvados de la “ira”; esto es, del juicio de Dios al pecado (Romanos 5:9; 1 Tesalonicenses 5:9). Nuestro pecado nos ha separado de Dios, y la consecuencia del pecado es la muerte (Romanos 6:23). La salvación bíblica se refiere a nuestra liberación de las consecuencias del pecado, y por lo tanto, implica la remisión del pecado.” 

“El cristianismo acepta la salvación como la liberación de la esclavitud del pecado y de la condenación, resultando en la vida eterna con Dios dentro de su Reino. El sacrificio de Cristo hace que se le denomine Salvador.”  

“El término ‘redención’ hace más bien referencia al ‘rescate’ (viene del latín redimere, que significa volver a comprar) del pecado, que Cristo pagó muriendo en la Cruz por nosotros.
En cambio la ‘salvación’ es el fruto obtenido por la redención de Cristo, al no estar más enemistados con Dios por el pecado, nuestra alma está en gracia y es este estar en gracia lo que llamamos salvación.
Hay que tener en cuenta que como son dos conceptos muy ligados, muchas veces pueden usarse indistintamente, tanto para indicar el aspecto de haber sido rescatados como el de la salvación.” 

La redención suele separarse de la salvación. 

Para poder comprender de dónde viene el tema sobre la necesidad de salvarse, es necesario ubicarse en una posición neutral para distinguir la condición de vida del humano. Las Escrituras lo hacen en distintos pasajes, entre los cuales menciona que la vida humana es dura y vana, sufrida, llena de problemas y desafíos de todo tipo, culminando luego de un período de enfermedades y dolores en la muerte. No existe una existencia “feliz” para el humano por más que la persiga. Desde tiempos inmemoriales la supervivencia obligaba a trabajar duro la tierra, recolectar al comienzo frutos duros y amargos, de poco valor nutritivo, hasta que mediante un largo proceso de selección y cultivo el humano logró producir una gran variedad de semillas de especies comestibles apetecibles aptas para usarlas en casi todas las regiones del planeta, cuyos géneros silvestres de dónde provenían  no se hallaban en su mayoría de manera natural en la naturaleza. Otra manera para sobrevivir era la caza y la pesca, artes milenarios que con el tiempo derivaron en la cría de ganado doméstico y aves, agregando actualmente la producción de especies marinas. Tanto era el trabajo duro que surgió la civilización, útil en la especialización del trabajo para el mayor progreso y donde era necesario protegerse de ladrones y predadores ávidos de surtirse gratis de tales bienes, surgiendo los gobernantes y guerreros, asociados a una clase social acomodada que obligaba a la mayoría a la producción, donde todos debían cumplir con duros trabajos serviles y de entrega total a la patria de todo tipo para poder sobrevivir. De esa manera, tal como dice la Escritura, ‘el hombre ha dominado al hombre para su propio perjuicio.’ 

Hoy día, gracias a la mecanización, los avances en la ciencia y tecnología, han reducido a un mínimo tales esfuerzos de antaño en muchas partes del globo, y los trabajadores de muchos países gozan de beneficios que antaño siquiera lo soñaban. Sin embargo, a pesar de los avances, la vida continúa siendo algo que no se entiende bien para qué y por qué existimos, y justamente los momentos de ocio donde existe más tiempo para reflexionar sobre ello, el humano prefiere atontarse con toda clase de ruidos y fiestas, diversión de cualquier clase, con tal de no pensar. Recuerdo a varios amigos que en distintas ocasiones me manifestaron que es mejor no pensar, sino disfrutar la vida lo mejor que se pueda.

Pero, no todos viven ocupados en distintas metas materialistas, intelectuales, narcisistas o hasta narcotizados, sino que emprenden paralelamente alguna posición determinada en el campo religioso para obtener cierta clase de sosiego y tranquilidad mental. Y aquí aparece la razón de ser de las religiones. Las mismas tratan de responder al humano las cuestiones sobre las cuales está tratando de averiguar, pero que no se anima a profundizar demasiado por temor a lo desconocido y a sufrir más. De allí que muchos se entregan a maestros o gurúes, mientras que el resto prefieren las tradiciones y otros a movimientos reformistas o sectarios. En el fondo buscan que haya alguien que les confirme lo que desean escuchar: que está en este mundo para disfrutar de la vida y que el grupo al cual pertenece es el que lo ayudará a alcanzar esa plenitud que no encuentra.

Mientras los creyentes crean el mensaje que reciben de otros a los cuales respeta, mitigan en parte el sufrimiento mental en el cual todos nos hallamos. Por eso, en el fondo, todo ser humano quiere ‘salvarse’ de los males de este mundo, tener una esperanza que lo eleve hacía un porvenir mejor, y por sobre todo, poder enfrentar la muerte como la vuelta a la nada por algo superior a la vida presente. 

Por lo general, durante la juventud, cuando uno es sano y fuerte, son otras las preocupaciones respecto a aquellas surgidas a medida que cada humano se acerca al ocaso de su existencia, profundizándose durante ese tiempo aquellas de tipo existencial relacionadas con un Dios. ¿Existirá realmente un Dios que nos salvará, o todo es una quimera? ¿Por qué tengo que padecer tantos dolores y enfermedades? ¿Qué me pasará al morir? ¿Será cierto todo lo que me enseñaron y creí? ¿Me está castigando o me castigará Dios por los pecados que cometí? Etc.

Otros por cierto, afirman aceptar estoicamente la vuelta a la nada, afirmando que eso no los hace infelices, una contradicción desde cualquier punto que se lo mire. Internamente no está tan de acuerdo con lo que expresan externamente, pues casi siempre necesitan discutir apasionadamente la inexistencia de Dios, pero en ese momento prefieren decir eso y afirmarse en sus discusiones antes que aceptar lo que para ellos son engaños religiosos. Y es que tienen razón en muchas cosas sobre las cuales las religiones han enseñado falsedades como verdades.

Frente a dicho panorama y de una multitud de sabiondos y estrategas del mercadeo que venden espejitos de colores y lociones para derrotar la calvicie, todos buscamos esa ‘verdad’ esquiva de la vida. La honradez y franqueza lamentablemente no es algo fácil de encontrar. A causa de tantos embustes todos nos escondemos detrás de fachadas ficticias con tal que no se aprovechen de nosotros y por otro lado para evitar confrontaciones con aquellos a quienes descubrimos sus malicias. Entre medio de tales extremos navegan frente a nosotros una multitud de seres indiferentes.

Las personas religiosas suelen desear pasar la eternidad con Dios, pero solo imaginan que serán felices sin saber qué harán. Para ellos lo importante es estar vivo, eso es suficiente para ser salvo.
Ello determina que la salvación para muchos es evitar la muerte o para otros, el sufrimiento en un lugar de tormento eterno.  Lo crucial es no caer en desgracia, actuando más como instinto de supervivencia que un deseo sincero de ‘estar con Dios’.

Amén de lo susodicho, por cualquier lado que miremos el mundo que nos rodea es injusto, opresivo, engañoso y sumamente violento: verbalmente, socialmente y militarmente. Si de algo debemos salvarnos es el de no vivir más en este mundo sino en otro diferente, donde no existan engaños, injusticias, fraudes y violencias.

Pero, por algún motivo estamos en este mundo, y seguramente no se debe a que seamos víctimas inocentes como muchos puedan suponer, sino la clase de personas mediante la cual aportamos, no precisamente bendiciones a nuestro alrededor, sino mayor presión, tensión por nuestras exigencias y deseos de vivir bien y confortablemente, aspecto considerado un derecho, llevando a todos a manifestar envidia, codicia, avaricia y deseos de poder en distintas magnitudes. No cabe duda alguna, este mundo es tan injusto, no porque haya un Dios que no pueda hacer o no quiere hacer nada (por eso el ateo no cree en Dios alguno), sino porque existen miles de millones de voluntades culpables por la injusticia reinante.

En consecuencia, salvarse de este mundo es un buen motivo, pero para lograrlo, tenemos primero que transformar nuestra forma de ser para demostrar ser dignos de vivir en un mundo donde reine el bien y la verdad en todas partes, de otra manera no podemos ser considerados aptos para estropear ese mundo mejor en el cual nos gustaría vivir. Si realmente deseamos un mundo mejor, pues tenemos que laborar ahora para que eso sea posible, y mientras vivimos en este mundo injusto tenemos que demostrar que somos indignos del mismo. Por eso, la intención no es cambiarlo, sino ‘dar testimonio’.

Con ello se cae por tierra el concepto religioso cristiano donde afirman que la salvación es por gracia y no por mérito. Sucede que usan un pasaje donde Pablo contrasta las obras obligadas por la ley frente a la libertad cristiana desobligada a dicha ley mosaica.  Lo que nadie logra entender es que por cumplir de manera obligada los mandamientos no acredita a nadie a ser considerado digno de un mundo mejor, sino hacer las cosas de la ley sin estar obligado por ninguna. Imaginar que por creer en la expiación sustituta del cuerpo de Jesús, un Dios externo que mediante una fe natural perdona nuestros pecados y por misericordia nos salva por eso, es estar muy equivocado.

Hay quienes dicen, aceptando que deben existir obras que acompañen la fe, que el problema de la ley es que nadie puede cumplirla toda, pues siempre en algo va a fallar. Otra vez: el problema es cuando se ven los mandamientos como obligaciones. 

Por ejemplo, ante una pregunta hecha a Jesús sobre cuál era el  mandamiento más importante, responde:

«“Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas» (Mat.22:36-40 RV1909)

En Mateo ‘amarás’ se traduce de αγαπησεις, el cual, contrario a lo que algunos piensan, aparece en la expresión del deseo, el enamoramiento y la vida conyugal , forma parte de los afectos , es parte también de desear el bien y la felicidad de otros con quienes nos hallamos en comunión, disfrutando del placer y la delicia de la compañía mutua. 

A su vez, dicho amor debe ser intenso, pues debe manifestarse con entero corazón (ολη καρδια), y con entera alma (ολη ψυχη) y con la entera mente (ολη τη διανοια, dia y noia). La mente o nous griego abarca nuestra inteligencia, disposición, pensamiento, razón, intelecto, comprensión, todo en su total intensidad, completa o δια (dia).

Este pasaje aparece en Deuteronomio 6:5, donde en griego en la LXX aparece tanto el corazón y el alma, pero en vez de mente usa la expresión δυνάμεώς, la cual se traduce fuerza, para expresar “con toda nuestra fuerza”, vigor, capacidad.

Esta expresión del maestro se repite en Marcos 12:29 y en Lucas 10:27. En Marcos y Lucas aparecen las cuatro fuentes obradoras del amor: el corazón, el alma, la mente, y la fuerza en la forma griega ισχυος, cuyo significado es poder, potencia.

La expresión griega para mandamientos es εντολων y en singular es εντολη. La pregunta clave aquí es: ¿se puede mandar u obligar a amar?

Para poder amar, tal como lo expresan las palabras del maestro, se hallan envueltos sentimientos, deseos, pensamientos, ideas. Y todo aquello que amamos es porque nos agrada,  lo apreciamos, lo deseamos, lo queremos, sentimos afecto, empatía, interés. Y el principal motivo de amor es el amor por el bien. Si no existen los tales, amar a Dios y al prójimo es imposible. No se trata de cumplir con normas o reglamentos, sino hacerlos por amor.

 Cuando una ley dice: no debes robar, eso es porqué estás robando, y no se trata de abstenerse de robar, sino de no hacerlo porque no queremos hacer sentir mal a nuestro prójimo, y el verlo mal por nuestra causa produciría en nosotros un sentimiento triste, malo. Si por deseos sexuales nos gusta una mujer y la seguimos deseando sabiendo que es casada (o viceversa), es porque no sentimos nada respecto al daño que a ella (o a él) le causaremos y a su esposo (a) e hijos. No tenemos amor por el bien, solo nos interesa satisfacer nuestro deseo ardiente u otros intereses sin importarnos las consecuencias.

Ahora, si te privas de robar o de adulterar una relación o de otras acciones designadas como prohibidas solo para no perder el favor de Dios y la vida eterna, no está mal lo que haces, pero todavía no conoces a Dios ni lo amas.

Y otra para pensar: ¿se puede amar lo que no conocemos? Obvio que es imposible.  Ahora, ¿cómo podemos conocer a Dios para amarlo? 

El primer mandato es amar a Dios y el segundo “es semejante”, amar al prójimo, ¿cómo? Pues como a uno mismo, es decir, como a Dios.

Para poder amar a Dios como lo describen las Escrituras es imprescindible tener una relación íntima con Dios, conocerlo como persona, como un amigo/a, un compañero/a entrañable.
Para quienes todavía no han llegado a conocer a Dios a ese nivel, pueden empezar amando a su prójimo a quién pueden ver.  Amar al prójimo es amar lo bueno que hay en esa persona, por eso uno puede amar hasta a personas que son desconocidas, vecinos y hasta enemigos. Todos siempre tienen algo bueno, solo que es necesario a veces descubrirlo, hacerlo notar, ayudarlos a que sepan apreciarlo por su propio bien. Y si no fuera posible, pues habremos hecho todo lo factible.

Cuando actuamos de esa manera con las demás personas, sin importar si son o no son nuestros amigos, estaremos mejor preparados para llegar a amar a Dios. Eso es porque miramos su espíritu y no su apariencia.

Sin duda, una de las maneras de conocer a Dios es leyendo las Escrituras, dónde aparecen sus pensamientos y acciones. No obstante, mediante un libro solo podemos hacernos una idea de alguien, y para poder amar a ese alguien de manera completa debe llegar a ser íntima, pero nunca podrá llegar a serlo hasta tanto no la podamos ver y tratar personalmente, para así ver cómo nos trata ella personalmente a nosotros. Es la única manera mediante la cual el vínculo de amor se cierra y quedamos ligados (o no) a esa persona.

Es semejante a dos enamorados por carta. Hasta que no tengan su primera cita, donde puedan verse cara a cara y pasar momentos juntos, el amor entre ellos nunca llegará a ser lo suficientemente  intenso al grado de definir una relación profunda y comprometida.
Pasa exactamente lo mismo con Dios. Hasta tanto no lo veamos cara a cara, percibir cómo nos trata y nos enseña y ayuda, no podremos perfeccionarnos en el amor a Dios.

Pero, ¿cómo puede ser eso posible si Dios es un espíritu y nadie lo puede ver?

Claro, no se puede ver salvo espiritualmente, es decir, no de manera natural como podemos ver al prójimo, pero si lo podemos ver en espíritu.

¿Cómo es eso? Pues bien, en Génesis dice que el humano ha sido creado ‘a imagen y semejanza’ de Dios. Eso significa ni más ni menos que como humanos tenemos un parecido con Dios, el cual obviamente no es la parte natural o física, sino la espiritual. Todos somos seres espirituales, y saber y descubrir eso en nosotros es descubrir a Dios, es llegar ‘a conocernos a nosotros mismos’.
La parte espiritual humana es clave para conocer a Dios, y si la misma no se manifiesta en la verdad sino en la falsedad, practicando la mentira y el engaño, no existe posibilidad de llegar a conocer a Dios. Es como lo dijo el maestro: para poder adorar a Dios debe ser “en espíritu y en verdad”.  

La verdad, como una casa, no se trata solo de doctrinas, sino de lo principal, que es su fundamento,  y lo ‘sólido’ o ‘roca’ debe ser la franqueza y sinceridad interior, ser amantes de todo lo que sea bueno.  Entonces es cuando nuestro espíritu da a luz un hijo divino prometedor que comienza a desarrollarse, al principio es como un bebé, necesita que lo atiendan con biberón y alimentos suaves, luego al crecer también necesita cuidados y esmeros más amplios para proporcionarle todo lo que nos pida, esto es conocimientos y sabiduría.  Cuando llega a adulto pues tenemos formado a un hombre (o mujer) interior espiritual, el cual se manifestará hacia el mundo natural mediante nuestro cuerpo físico. 

Cuando llega esa etapa en cualquier momento se nos da a conocer, se manifiesta en nosotros desde lo profundo de nuestra mente a nuestra consciencia, y comienza a hablarnos. Es lo que el maestro ha explicado cuando mencionaba su ‘segunda venida’.
¿De qué manera viene? Pues puede hacerlo de distintas maneras, pero en todas se nota claramente pues se trata de algo inusual a lo cual antes no estábamos acostumbrados. Pueden ser visiones, sueños muy especiales, voces interiores, intuiciones especiales, todas con el propósito de elevarnos, hacernos felices, darnos gozo. Y todo lo que ese Hijo de Dios en nuestro interior nos habla y enseña viene de Dios mismo, nuestra parte espiritual, a quién llegamos mediante él.

Quienes en vez de criar a un ser interior en la verdad lo hicieron en la falsedad y fuera del deseo del bien, también se desarrolla un ser espiritual, pero maligno, y también, cuando llega a ser adulto, se manifiesta de maneras semejantes, sucesos a los cuales se han dado en llamar posesión, satanismo, endemoniado. Tal espíritu interior no escucha a su parte divina que le habla desde el inconsciente para corregirlo, es entonces cuando su vida manifiesta es un malestar constante, angustia, depresión, ira, odio, celos, etc.

En síntesis, es muy importante amar la verdad y el bien para que nuestro ser espiritual sea el Cristo y no el Diablo.

Por ello, como primera medida nos tenemos que salvar de nuestra propia maldad.

Hasta el día que nuestro padre (hombre interior) no tenga un hijo con nuestra amada virgen (mente subconsciente) y nazca y crezca Emanuel, no tenemos posibilidad de salvarnos.

El hombre (o mujer) exterior es lo que aparentamos y somos para los demás, es la persona física, carnal. El hombre (o mujer) interior es lo que sentimos y pensamos en nuestra intimidad, la que por lo general no concuerda con la exterior por distintos motivos, ya sea para ocultar lo malo o para evitar nos conozcan  bien y nos lastimen. La persona interior es la llamada espiritual, siendo la que gobierna y dirige al cuerpo para actuar. La persona interior puede ser buena o mala, es decir, puede ser espiritualmente buena (Dios) o espiritualmente mala (Diablo) o ambigua (serpiente). Esa persona interior es el Padre de lo que es la persona exterior. Dicho Padre puede tener hijos buenos o malos, los cuales se gestan de la relación con el llamado subconsciente o mente invisible. El inconsciente es la parte oculta de la mente que opera en todo sin que nos demos cuenta, es perfecta, inmaculada, y de ella nacen hijos e hijas que afloran a nuestra consciencia. Es la parte divina de nuestro ser, por tanto es Dios (o Diosa), es el Dios andrógino, pero es único, solo el Verdadero/a, que nunca miente, siempre enseña la verdad y es siempre bueno (o buena). Puede ser varón si es mujer la persona interior, o ser mujer si es varón el hombre interior. Ello para remarcar la estrecha relación de amor entre ambos, pero siempre de parte de Dios y solo de parte de la persona interior cuando descubre su presencia, cree y tiene fe en El o Ella, y llega a amarla/o con tanta intensidad que llegan a ser uno. Es cuando ocurren las bodas, el momento más dichoso del hombre o mujer que estando alejado y en males en la vida, sufre las desdichas al no percibir el amor divino, imaginando hasta que no existe ninguno.

Eso es en síntesis lo que se halla escrito y todavía permanece con variaciones y malas interpretaciones (traducciones) en los llamados libros ‘inspirados’ del judeocristianismo. Quienes en el pasado llegaron a ser uno con la divinidad y unificaron su exterior con su interior, son los hombres y mujeres llamados santos, profetas, quienes dijeron todas esas cosas que otros pusieron por escrito.

Dios se manifiesta en el reino mental, pero vive en nuestro inconsciente. Allí se encuentra una copia o porción de la plenitud divina universal, del Ser existente, el que era, es y será, Fuerza y Voluntad creadora, es nuestro Dios, y cada persona, cada ego, cada individualidad, posee el suyo.

De esta manera llegamos a lo que es Dios. Hay quienes enseñan que cada ser humano es Dios, pero eso no es exactamente de esa manera. Lo único que es Dios en cada uno de nosotros es lo que las escrituras llaman “el espíritu de Dios” o ‘aliento de vida’.  Es lo que vuelve a Dios cuando los animales y el humano fallecen. Y ese espíritu de Dios conforma nuestro inconsciente, que opera secretamente en todo lo necesario para que estemos vivos. Una de las facetas más importantes y sublimes en el ser humano es la función mental, y dicho Dios es el Logos que todos tenemos. Por eso abarca desde la primera hasta la última letra del abecedario, todas las letras para formar palabras, pensamientos, ideas.

Por eso para poder ver a Dios solo podemos lograrlo mentalmente, mediante la imaginación. Es imposible ver a Dios con forma alguna, no se parece a nada material, pero existe y se manifiesta, posee voluntad propia, razona, siente y gobierna, nos revela la sabiduría y entendimiento, y todos tenemos el espíritu de Dios.

Fue ese espíritu que Pablo menciona sobre los que no tienen ley (cualquier pueblo o tribu de la tierra que nunca conocieron las Escrituras) pero hacen por naturaleza las cosas de la ley (de Moisés),  porque brota desde el inconsciente de cada ser humano, donde habita Dios aunque la mayoría no lo crea ni lo sepa, pero se expresa aunque sea por gemidos y se hace entender,   y muchos le llaman ‘destino’.

Por eso, solo podemos ver a Dios espiritualmente, y es con la mente que solo podemos llegar a percibirlo. Es algo parecido a la manera en que las personas de la ciencia perciben realidades que no ven de ninguna manera. Por ejemplo, todos saben que ‘el vacío’ no es ‘la nada’, sino que existe energía, mediante la cual se propagan las radiaciones, pero nadie ha visto de qué se halla compuesto y cómo funciona. Sin embargo todos están seguros que en un m3 de vacío algo hay, que no es materia pero que permite que las ondas se propaguen, y cada hombre o mujer de la ciencia de la física teórica tiene un imaginario de lo que eso puede ser. Actualmente se imagina al esquivo campo radiante desde el concepto dual onda-partícula. 

De la misma manera sucede con el espíritu de Dios o lo que modernamente se ha dado en llamar inconsciente. Cuando una persona descubre esa “otra persona” como un ‘yo superior’ a su yo consciente y que en lo profundo de la mente ‘ella habita’, con la cual entabla comunicación y recibe información nueva, clara e inequívoca como si fuera procedente de otro ser superior y no de él mismo, que le ayuda a progresar y a establecerse en el sendero del bien, entonces es cuando llega a “ver a Dios”. Por eso la escritura dice que quién ‘ve al Hijo ve al Padre’.  

Por lo general, el razonamiento típico antiguo de que Dios existe, era razonando que todo debe tener un hacedor. Pero a muchos les cuesta entender ese concepto sencillo al suponer que las cosas vienen a la existencia “per se”. Sin embargo, antes que nosotros existiéramos el universo existía y la vida abundaba. Dios, tal como el inconsciente de los llamados ‘animistas’ les decía que el espíritu de Dios está en todo el universo, tanto en un árbol, como en la hierba, en los animales, las aves y el humano, así también en todos los astros, hoy día los llamados cristianos que solo imaginan a Dios como un ser invisible separado de su creación ubicado en algún lugar inescrutable e incognoscible, tildan despectivamente de idólatras, panteístas y paganos a tales personas.

Recuerdo cuando hace muchos años un cristiano enseñaba a la gente diciendo que a Dios no lo podemos ver porque moriríamos, y ponía el ejemplo del sol, y tal como no podemos ver directamente al sol sin causarnos daño a la vista, les animaba a imaginarse cuánto más poderoso que el sol y los miles de millones de soles que existen y que por Dios fueron creados debía ser tan potente su presencia, más que la de todos los astros del universo.

El problema de dicho enfoque era que hacía pensar a sus oyentes que Dios era alguna clase de súper poderosa energía diferenciada, y por lo tanto lejana de cada uno de nosotros, viviendo en alguna región desconocida más allá del universo. Lo cierto es que los animistas o panteístas tienen razón, Dios se halla en todas partes porque mediante su espíritu gobierna todo, desde un átomo de cada elemento, hasta una célula, una bacteria, una planta, un avecilla, un animal, el entero planeta y todos los astros de todos los sistemas que existan en el inacabable universo. Y el humano, hecho a imagen y semejanza de Dios, tiene un espíritu capaz de discernir al espíritu de Dios operando ‘a su lado’ y guiándolo en la vida.

Todos aquellos que no logran captar este punto, son como Felipe y sus compañeros, todos discípulos de Jesús, que necesitan “ver” otra cosa distinta, una forma física, pues imaginan a Dios como alguien separado de la creación morando en alguna parte invisible a la vista de las formas físicas. El espíritu de Dios está, solo que necesitamos captar su presencia tal como una galvanómetro capta el paso de una corriente eléctrica invisible.

Cuando logramos captarlo es cuando ‘lo vemos’, descubrimos que realmente existe, es un ser diferenciado de nuestro ego y superior, percibimos su voluntad, inteligencia, bondad y direccionalidad, actuando todos los días del resto de nuestra vida humana para nuestro entero beneficio, nuestra felicidad y gozo.
A partir de dicha experiencia se apoya la fe genuina, creyendo Sus promesas proferidas en nuestra intimidad para el futuro de nuestra existencia, existencia que va más allá de nuestra corta y penosa vida física.

Es entonces que logramos entender cabalmente el tema sobre la salvación.