domingo, 14 de mayo de 2017

Persecución religiosa en Rusia

Es increíble ver cómo los comentarios de quienes odian a los TJ se hacen notar por su bajeza e ignorancia, ignorancia de sí mismos, claro. Los TJ han sido injustamente juzgados, maltratados judicialmente, y pocos se percatan que son el grupo de personas más ingenuo y pacífico del planeta, creyendo lo que creen y hasta entregando su propia vida por sus creencias si ante ello se vieran enfrentados. Quienes se enervan contra ellos los acusan de ser ignorantes de la Biblia, de tragarse el rollo de la central mundial de la W, de ser unos tontos y borregos manipulados, y de muchas cosas más. Pero, ¿tienen algo mejor que ofrecer a cambio? Nada, solo odio, ira, bajeza, estupidez, ignorancia, y toda una serie de negatividades que no merecen la pena su atención. ¿Qué indica ello? Solo una cosa clara: quienes los atacan y critican lo hacen porque los atacados no son sinvergüenzas y fallutos como inconscientemente perciben muy bien que son ellos mismos en su interior pero no logran hacerlo consciente y superador. Son el espejo ante el cual al mirarse los corruptos no pueden resistir al darse cuenta que resultan acusados de aquello que les endilgan a quienes saben muy bien que no lo son, a menos que sean tan torpes e ignorantes, que los hay muchos, pero se creen tan listos y perspicaces que solo les sirve para enervarse contra gente pacífica para calmar o justificar sus ineptas conciencias.

Quienes ataquen a los TJ deberían analizarse muy bien ellos mismos primero para descubrir hasta qué punto ellos son peores personas y no mejores. ¿Les da rabia que los TJ sean manipulados mentalmente, engañados con sofismo de alta escuela como afirman? Más bien, si eso ven, debería darles lástima y ayudarlos con amabilidad y no criticarlos de manera despiadada. Es cierto que muchos manifiestan que su crítica sañuda va contra la Central Mundial, pero, ¿de qué sirve? Esto se parece a los estafadores que usan de la avaricia propia de las “víctimas” para estafarlos. Siempre habrá “víctimas” mientras esa clase de persona sea internamente codiciosa y oportunista. De nada servirá denostar o perseguir a los sinvergüenzas vivillos que se aprovechan de tales situaciones, salvo para proteger a los codiciosos. Pero en este caso es al revés. Esa organización religiosa con sus enseñanzas ha logrado reunir al grupo más grande de gente buena e ingenua del mundo, y en vez de apreciarlos los que no han sido captados, los persiguen y denuestan. Es cierto que entre ellos también hay malas personas, pero no como en todos lados sino menos, digamos, en menor intensidad. ¿Que se hacen mal algunas cosas, se oculta? Seguro, como ocurre en todas partes. Pero ellos son tan ingenuos y tontos que hasta se creen que lo hacen bien. La mayoría de su colectivo es gente pacífica, trabajadora, honesta, obediente de las leyes, fácilmente dominables por su Central Mundial, tan notorio que hasta los mismos miembros del Cuerpo Gobernante llegan a decir, en este caso en el mismo vídeo de los TJ rusos: “su gran confianza en Jehová nos conmueve”.

¿Hay alguien que al visitar este lugar pueda darse cuenta del profundo alcance psicológico de este movimiento y cómo le afecta semejante situación?

Ciertamente que el suceso ocurrido en la Federación Rusa resulta en una enorme publicidad mundial ante la cual nadie informado puede eludir. El “pueblo” de los TJ es como un espejo ante el mundo, y quienes se creen más listos e inteligentes que ellos deben poder enfrentar lo mismo de todo lo que a ellos se les acusa. Pero, les adelanto, hasta ahora no pude hallar a ninguno de esos “listos” que puedan demostrar que no son lo que en otros condenan. No muchos son sinceros y capaces de enfrentarse a sí mismos.
Son contadas las personas que habiendo sido TJ y luego han abandonado esa religión, pudieron superarse y llegar a ser mejores personas que antes. A veces me topo con alguno en la red, pero son un espécimen raro. Y personas de otras religiones, cuando de alguna manera intercambio con ellos en temas relacionados a su fe o determinada postura que me parece incorrecta, casi siempre la relación culmina de modo ingrato. Nadie está dispuesto en analizar los argumentos, solo en buscar tonteras y machacar sobre ellas para respaldar su disconformidad. 


Muchas gracias por leer

Hablemos de los testigos de Jehová

Los testigos de Jehová, un grupo muy particular

Excelente disertación de Felix Canelo, casi el único que sabe explicar una realidad de manera constructiva y amable. Los testigos de todas las congregaciones son personas que han sido adoctrinadas para no pensar, sino para leer y aceptar como “verdad” incuestionable todo lo que reciben como el “alimento de Jehová”. Sería un pecado gravísimo que alguno en algún momento dudara de alguna enseñanza, inculcando que “la duda” solo viene del Diablo. Cuando alguien duda, los “ancianos” deben “ayudar” a esa persona a desalojar dicha duda transformándola en un sentimiento de plena confianza a la “madre organización”, equiparándolo a una ‘demostración de fe en Jehová’. Solo trabajan sobre las emociones, no sobre el conocimiento. Nada es lo que aparenta. El editor de este vídeo ha instalado un tema que la mayoría, que se acercan como moscas a la miel, son personas que buscan desahogar su odio a la W y a cualquiera que manifestara cierta ecuanimidad en sus razonamientos. Quienes se identifican como TJ no lo son realmente. Nunca ningún TJ usaría expresiones denigrantes hacia aquellos con los cuales no concuerda. Más bien respondería como Felix lo ha hecho a quienes lo insultaron, solo que en la mayoría de los casos los auténticos TJ no saben qué responder y se quedan callados. Si en este sitio pulularan auténticos TJ, no podrían soportarlo, saldrían emocionalmente lastimados. 

El propietario de este sitio demuestra ciertas falencias muy sugestivas: es muy raro que responda al perfil de una persona “profesional” cuyo interés solo sea defender “imparcialmente” la organización religiosa por el solo hecho de servir para transformar a personas de estados mentales negativos a positivos. Esa persona, si realmente es un investigador imparcial, debería preguntarse por qué motivo el ser humano es como es: necesita ser embaucado para ‘ayudarlo a salir’. El mismo afirma que leyó la Biblia completa de tapa a tapa 11 veces, algo muy inusual. Indirectamente nos dice que está buscando frenéticamente, casi de manera desesperada, información que le ayude a salir del pozo mental (o espiritual) en el cual se encuentra. Si después de leerla 11 veces (¡madre mía!) no ha percibido todavía el mensaje del inestable y contradictorio pensamiento humano en ella, es porque su lectura ha sido muy superficial y carente de rigor investigativo. Afirma haber descubierto, leyendo, que Jesús no instituyó ninguna religión, lo cual no puede ser cierto, porque ese concepto viene de la crítica textual y no de una lectura bíblica devota, que apunta en libros como en Hechos de los apóstoles y las cartas paulinas a precisamente todo lo contrario, a insinuar que Jesús sí instituyó una comunidad religiosa específica, y que respaldará, llegado el momento, solamente a esa organización apostólica y a todos aquellos que acepten su mensaje. Todo el que negara al mesías por ellos predicado sería condenado. El problema surgió cuando el fin esperado en el primer siglo no llegó en vida de ningún apóstol y los creyentes sobrevivientes del primer fiasco mesiánico judío tuvieron que reconvertirse. La principal causa o razón para no poder captar las incoherencias bíblicas estriba generalmente a que el individuo lee con una carga de prejuicios, aspecto particularmente notorio, no solo en los TJ adoctrinados, sino en los de cualquier otra religión que adoptan posturas apologéticas fundamentadas en conceptos tales como el de la inerrancia de las Escrituras. Poder razonar con personas religiosas que defienden su fe sobre la base de supuestos inamovibles a ultranza suele ser una verdadera pérdida de tiempo: jamás razonan lo suficiente para darse cuenta de sus propios errores de juicio. Es que, justamente, necesitan defenderse de todo aquello que de cualquier manera pusiera en peligro su estado de actual convivencia religiosa. Sus amistades, su imagen o reputación y sus intereses son más importantes que cualquier razonamiento por más lógico y acertado que fuere. Si dieran lugar a los planteos del logos al que adoran pero que no usan, imaginan perderlo todo, una “realidad” a la que no están dispuestos enfrentar.

El aspecto al que todos nos enfrentamos tiene que ver con nuestra personalidad interior, donde muchos no alcanzan a ver lo viles que somos. Suele ser muy difícil que las personas acepten anidar ideas o actos incorrectos, imaginando que son buenas personas. No se trata de que no lo sean, se trata de reconocer también nuestros aspectos negativos, impropios, injustos, que también anidan en nuestro ser. Reconocerlos y enfrentarlos es la tarea más difícil de todas. Es más fácil aparentar y justificarlos cuando surgen. En el cristianismo se suele reconocer tal realidad, pero no se la enfrenta o se la enfrenta de modo equivocado, aspecto que trae aparejada la gran diferencia en los apologistas de la fe. Si a ello sumamos la enrome pérdida de valores, o más bien, las confusas ideologías respecto a ellos que pululan en las mentes de muchos en nuestras decadentes sociedades actuales, no resulta difícil entender por qué motivo hay personas como el propietario del vídeo y de tantas “moscas” (más de 70 mil visualizaciones) que revolotean un plato servido para ser debidamente analizado.


Gracias por leer.