Argumento cosmológico
Desde
hace muchos siglos los creyentes de las principales religiones monoteístas se
han preocupado por demostrar filosóficamente la existencia de Dios como Creador
del universo, pues no podían aceptar la doctrina griega de una existencia
infinita del mismo, como la considerada por Aristóteles, ante la manera que
interpretan los versos del Génesis, donde afirma: “En el principio creó Dios
los cielos y la tierra”, que es una manera intuitiva producto del sentido común
asignar un comienzo a la obra creativa. Pero la expresión crear parece denotar
que antes de ello no existían “cielos” ni “tierra”, y por cielos interpretan el
espacio cósmico con todos sus astros y por “tierra” a nuestro planeta. La
“verdad revelada” afirmaría que todo tuvo un “principio”, y antes de ese
principio, nada de eso existió antes.
Al leer ese primer capítulo del Génesis, la deducción común es entender que antes de ser
creados nada existía, ante lo cual solo debía de existir Dios. La Biblia en otros pasajes
menciona que Dios es desde la eternidad hasta la eternidad, el Rey Eterno.
(Deut. 32:40; Isa.57:15; Jer.10:10; Heb.1:10-12; 1 Tim.1:16) Frente a este
panorama, la mentalidad humana judía y cristiana clásica dedujo que Dios
siempre existió, pero el universo o mundo material tuvo un principio ex nihilo.
Este
concepto conlleva la idea de que Dios ha estado por la eternidad completamente
solo antes de empezar a crear los cielos y la tierra, por lo cual en un
determinado momento del transcurrir de ese tiempo infinito decide crear.
Sin
embargo, esta manera de pensar, a mi juicio presenta una discordancia. Si aceptamos
un espacio de tiempo infinito hacia el pasado para Dios pero finitos para el cosmos, es muy fácil darse
cuenta que nunca habría existido comienzo alguno de algo respecto a ese ser,
porque estaría separado de manera infinita, eterna, de cualquier principio
posterior. La misma abstracción nos permite comprender que esa manera de
razonar no encaja, por lo cual no es necesario demostrar que el universo tuvo
un comienzo a partir de la causa que es Dios que nunca lo tuvo.
Si consideramos a Dios eterno por atemporal, es decir, sin hallarse sujeto al transcurso del tiempo, por estar en un eterno presente, entonces el principio de algo podría ser considerado un estado en el presente de su existencia, que es eterna desde el punto de vista temporal, el cual si transcurre. Ahora, lo que transcurre no es el tiempo, sino los sucesos, el movimiento de la materia y sus transformaciones establece el espacio y a su vez el humano, formando parte de los cambios, calcula el tiempo.La Biblia
en realidad nos estaría diciendo que el universo siempre existió, pues Dios
siempre existió, Dios y cosmos habrían coexistido siempre, y la expresión “principio” sirve para iniciar un relato para
que el ser humano sin demasiadas luces pueda captar el comienzo de algo nuevo.
Si consideramos a Dios eterno por atemporal, es decir, sin hallarse sujeto al transcurso del tiempo, por estar en un eterno presente, entonces el principio de algo podría ser considerado un estado en el presente de su existencia, que es eterna desde el punto de vista temporal, el cual si transcurre. Ahora, lo que transcurre no es el tiempo, sino los sucesos, el movimiento de la materia y sus transformaciones establece el espacio y a su vez el humano, formando parte de los cambios, calcula el tiempo.
Es que
después de todo, todos tuvimos un comienzo, la fecha de nuestro cumpleaños nos
lo dice, un acontecimiento histórico lo prueba, nada de lo que cambia ha
existido siempre igual, pero, siempre algo a existido.
Cuando
como humanos no nos hemos percatado de ello, nos hemos dedicado a filosofar
para poder demostrar lo indemostrable. Y así nace el argumento cosmológico
filosófico. En realidad es totalmente innecesario, y ya se descubrirá, quizás
algún día, que el universo solo cumple con ciclos de continuos renacimientos
durante etapas siderales de enormes magnitudes correspondiendo para cada uno de
ellos un principio de algo nuevo. Las galaxias, por ejemplo, que contienen
miles de millones de soles y planetas, nacen, perduran y mueren, al igual que
los soles y sus sistemas poseen sus propios ciclos. Tales procesos son
continuos, desde la eternidad hasta la eternidad. Si no fuera por los ciclos
biológicos en la tierra, por ejemplo, la vida por vastos espacios de tiempo
(millones de años) sería totalmente imposible. De todas maneras, nunca eterna,
a menos que ocurran cambios de ciclos mayores donde se involucren nuevas
fuentes de energía con nuevos comienzos. Si la energía en el universo se
recicla, supongamos en los agujeros negros, tendríamos un universo infinito. Quizás
al ver el universo estamos viendo parte del cuerpo o complejo divino, dónde Dios en
vez de ser su creador es solo su modelador, auto sustentándose eternamente.
Veamos y
analicemos ahora el argumento cosmológico primario ideado para demostrar la
existencia de un Creador separado del cosmos. Forma parte de una construcción lógica denominada
proposición en la cual se incorporan una serie de dos o más premisas para
arribar a una conclusión.
El
argumento cosmológico o primario es como sigue:
1.
Todo tiene una causa.
2.
Ninguna causa puede crearse por sí misma.
3.
(por lo tanto) Todo es causado por otra cosa (causa y efecto)
4.
Una cadena de causa y efecto no puede ser infinita.
5.
Debe de existir un inicio o primera causa.
6.
La primera causa puede ser definida como Dios al cumplir con su definición.
Una
variación del argumento creado después de la teoría del Big Bang dice
como sigue:
1.
Todo lo que tiene un principio tuvo una causa.
2.
El universo tuvo un principio.
3.
Por lo tanto el universo tuvo una causa (Y la causa incausada es Dios).
Sobre esta
proposición hasta la 3ª premisa se puede decir que es reflejo de una realidad admisible. Al pasar al punto 4º notamos sienta un fundamento en el cual afirma que una “cadena de causa y efecto no puede ser infinita.” ¿Sobre que se
fundamenta al decir «no puede»? ¿Solo sobre el deseo de que fuera así?
Bertrand Russell dijo al respecto: "Si todo debe tener una causa, entonces Dios debe tener una causa. Si puede haber algo sin causa, tanto podría ser el mundo como Dios, así que ese argumento no tiene validez."
Bertrand Russell dijo al respecto: "Si todo debe tener una causa, entonces Dios debe tener una causa. Si puede haber algo sin causa, tanto podría ser el mundo como Dios, así que ese argumento no tiene validez."
También,
dicho de otra manera, ese argumento puede probar igualmente que el mundo o
universo siempre existió.
En la
variación más condensada, afirmar que “el universo tuvo un principio” (el 2º),
es el punto desde donde surge el error en la lógica al incorporar una premisa como
cierta cuando es dudosa. Establece algo de una manera que se desconoce. Sucede
que las personas creen que todo tuvo que tener un comienzo, por ejemplo,
nuestra vida como individuo, ante lo cual el concepto de “principio”, donde antes parece no
existíamos en ninguna parte, parece reforzar de manera incuestionable dicho
concepto. Sin embargo, el principio de algo no asegura que antes nada haya
existido, solo que algo nuevo existió después. Una cadena de causa y efecto
puede ser infinita y no necesariamente finita.
KALAM, argumento cosmológico.
El
teólogo William Lane Craig presenta el antiguo argumento cosmológico Kalam en
una mezcla modernizada de "argumentos filosóficos y confirmaciones
científicas".
Si, entonces, se puede hacer creíble que el universo comenzó a
existir y, por consiguiente, no es eterno, hasta ese punto, uno podría
demostrar la superioridad del teísmo como una visión racional del mundo.
Ahora, hay una forma del argumento
cosmológico, muy menospreciada hoy pero de gran importancia histórica, que
apunta, precisamente a la demostración de que el universo tuvo un principio en
el tiempo.(9) Originándose en los esfuerzos de los teólogos cristianos de
refutar la doctrina griega de la eternidad de la materia, este argumento se
desarrolló en formulaciones sofisticadas por teólogos islámicos y judíos
medievales, quienes, a su vez, lo pasaron al occidente latino. El argumento,
por lo tanto, tiene un amplio atractivo inter-sectario, ya que fue defendido
por musulmanes, judíos y cristianos, tanto católicos como protestantes.
Este argumento, el cual he llamado el
argumento cosmológico Kalam, se puede exponer de la siguiente manera:
1. Cualquier cosa que comience a
existir tiene una causa para su existencia.
2. El universo comenzó a existir.
2.1 Argumento basado en la
imposibilidad de un infinito real.
2.11 Un infinito real no existe.
2.12 Un retroceso temporal infinito de
acontecimientos es un infinito real.
2.13 Por lo tanto, un retroceso
temporal infinito de acontecimientos no puede existir.
2.2 Argumento basado en la
imposibilidad de la formación de un infinito real por adición sucesiva.
2.21 Una colección formada por
adiciones sucesivas no puede ser infinita realmente.
2.22 La serie temporal de
acontecimientos pasados es una colección formada por adiciones sucesivas.
2.23 Por lo tanto, la serie temporal de
acontecimientos pasados no puede ser infinita realmente.
3. Por lo tanto, el universo tiene un
motivo para su existencia.
Analicemos
las premisas y su ilación. El 1º se puede aceptar como cierto. Sin embargo, el 2º no está
demostrado. Colocan esa premisa como una verdad, quizá porque se basa en “la
palabra revelada”, la Biblia. Pero
si así fuera, al menos debiera formar parte de la premisa, diciendo: «El
universo comenzó a existir porque la
Biblia lo dice». Pero como tratamos sobre evidencias más concretas, quizás por eso no ha sido incorporada. Es que Génesis capitulo uno
afirma que Dios creo todo en una semana de seis días, y eso no es verdad de
acuerdo a los registros geológicos terrestres, un libro que contiene la verdad
a quien sepa leerlo. Lo mismo que un diluvio universal. Las evidencias
demuestran tales relatos del Génesis no se refiere a un suceso histórico
natural. Ya tenemos allí al menos dos declaraciones que no se ajustan a una
verdad cosmológica literal, reflejada en las evidencias físicas disponibles,
para empezar. De allí que para negar la posibilidad de que el universo
existiera siempre, y de esa manera afirmar que el punto 2º debe aceptarse como
cierto, se agrega 2.11º, una premisa filosófica asumida como verdad. En el 2.12
se explica que un «infinito real» es un retroceso temporal infinito de
acontecimientos, pero dicho como si se tratara de sumar cada uno dentro de un
conjunto determinado por una cifra «real». Dado que una cantidad
infinita de acontecimientos es “irreal” por ser abstracta e indeterminada (no
es un número definido), se concluye en 2.13º que «no puede existir», reforzando
de esa manera el 2.11º. Por lo tanto, decir que «un infinito real no existe»
porque no existe un número infinito es una contradicción metodológica. El
infinito existe, y ello es suficiente, aunque no haya una cifra “real”,
tangible, determinada, que lo indique. Es que precisamente por ello es
indefinido, infinito. De lo contrario sería finito. En otras palabras,
“filosóficamente” Craig termina diciendo, sin decirlo directamente, que “el
infinito no existe porque no es finito”, una declaración vacía. Claro, me dirán, el habla del “real”, una división antigua
atribuida a Aristóteles para designar dos tipos de infinito[1].
Pero si decimos que “el infinito real no existe porque no es finito” solo es
una expresión tautológica[2]. Tampoco dice nada. ¿O se pretende decir que otro tipo de infinito existe por que lo es? La separación en dos clases de infinitos es una trampa para evitar polémicas y
paradojas. Infinito hay uno solo, y si no existe el real, tampoco existe el
potencial o cualquiera sea el otro nombre que deseen darle o agregarle, es decir no existe
infinito alguno, algo que no se puede asumir. Por lo tanto, esa premisa no se
puede aceptar como indiscutible y cierta.
El 2.2º
es un refuerzo proposicional para sostener la incoherencia del 2.1º. Si ya
aseguró con argumentos que el « infinito real no existe», ¿Qué necesidad
tiene de repetirlo?
Pero
vamos igual. En 2.21º niega la posibilidad de una suma hacia o que llegue al
infinito, lo cual es cierto, nadie puede sumar y llegar al número infinito, por
que ese número no existe. En el punto 2.22º traslada la operación matemática
aplicándola a una serie sucesiva de acontecimientos reales como si de una suma
de números se tratara, y en 2.23º concluye que una serie de acontecimientos
reales por ser determinados no puede ser indeterminada, indefinida o infinita.
Todo eso hace que Craig diga lo que diga cuando llega al punto 3º. Sin embargo,
su “argumento filosófico” resulta bastante contradictorio en sí mismo. Juega
con la sospecha de una incapacidad humana para poder definir al infinito. Que
matemáticamente el infinito no sea un número no significa que es indefinible. Es
perfectamente comprensible su concepto, aunque para muchos resulte difícil.
Craig
utiliza herramientas de la lógica proposicional para querer probar como
verdadero lo que se afirma en conclusión acerca del principio de la creación, y utiliza al
infinito para hacerlo. Para que una conclusión fundada en una serie de premisas
sirva para arribar a una verdad es imprescindible que cualquiera de sus
premisas sea verdadera, de lo contrario, por más válida que fuere la
argumentación el resultado siempre será opuesto al esperado. Así, un
razonamiento puede ser válido pero ello no significa que la conclusión sea
verdadera si alguna premisa no lo fuera, y aún si cualquiera fuera dudosa, la
conclusión resultará, al menos, dudosa.
Los
griegos bien podrían haber tenido razón. La materia o el cosmos siempre existió. Todo parece
circunscribirse a que si hay un Creador (como es conocido Dios también en la Biblia ), y el universo fue
creado (de acuerdo a Génesis), por lo que el universo, si la Biblia es Palabra de Dios
que dice la verdad, TIENE que haber
tenido un principio de la nada. Todo el tema se circunscribe a la interpretación de una palabra, "crear", donde no se admite preexistencia alguna de nada relacionado al cosmos. Es decir, las proposiciones elaboradas
buscan disimuladamente defender la interpretación religiosa del relato bíblico en el contexto ex nihilo más
que establecer verdad alguna sobre una realidad cosmológica. Es que, si de
alguna manera se niega tal idea o enseñanza como cierta, millones consideran
que se niega la existencia de Dios. Pero en realidad eso no ocurre
necesariamente.
En
definitiva, las proposiciones cosmológicas tratadas revelan ser falacias para
arribar a un resultado cierto pues presupone premisas ciertas cuando son
desconocidas o mal expresadas. El universo bien pudo haber existido siempre.
En otra
página hallamos cómo trata desde otro enfoque proposicional la argumentación
dada por Craig.
Argumento Cosmológico - Las Tres Premisas
De acuerdo con Craig, el Argumento Cosmológico del Kalam está basado en las tres premisas siguientes:
De acuerdo con Craig, el Argumento Cosmológico del Kalam está basado en las tres premisas siguientes:
1.
Todo lo que empezó a existir tiene una causa de
su existencia.
2.
El universo comenzó a existir.
3.
Por lo tanto, el universo tiene una causa de su
existencia.
La segunda de estas premisas requiere un poco más de explicación. Con el conocimiento actual podríamos
dar esto por sentado, pero debemos tener en cuenta que por muchísimo
tiempo los científicos seculares pensaron que el universo mismo era eterno.
Ahora, la mayoría de los
modelos científicos del origen del universo, tales como el modelo del Big Bang,
apoyan la opinión de que el universo tuvo un comienzo, pero el Argumento Cosmológico del
Kalam usa un enfoque filosófico para el concepto de "infinito" para
demostrar que el universo verdaderamente tuvo un comienzo. Dos
argumentos filosóficos distintos son usados en este enfoque:
- El
primer argumento afirma que un infinito real no puede existir. Una parte de un conjunto
infinito es igual al todo del conjunto infinito, porque ambas, la parte y
el todo son infinitas. Imagínese, por ejemplo, una colección infinita de
pelotas rojas y negras. El número de pelotas rojas en esta colección es
igual al número total de todas las pelotas de la colección, porque ambas
son infinitas. Lo mismo aplica para el número de pelotas negras de la
colección. De esta manera, el número de pelotas rojas es igual al número
de pelotas negras, que es igual a la suma de todas las pelotas rojas y
negras. Obviamente, la idea de una colección infinita real conlleva a
absurdos. Esto también es verdad para un conjunto de eventos históricos:
Puede concluirse que la ocurrencia de un verdadero conjunto infinito de
eventos teniendo lugar antes de un determinado momento en el tiempo es
imposible.
- El
segundo argumento afirma que un infinito real no puede ser formado. La
historia, o la colección de todos los eventos en el tiempo, es conformada
al añadir secuencialmente un evento tras otro. Siempre es posible añadir
otro evento a la historia, lo que significa que la historia del universo
es un infinito potencial, pero nunca puede ser un infinito real.
Resulta interesante que Craig también alega que la causa del
universo tiene que ser un Creador personal. En sus palabras: "La única
manera de tener una causa eterna pero un efecto temporal parecería ser si la
causa es una agente personal quien libremente elige crear un efecto en el tiempo."
- See more at: http://www.allaboutphilosophy.org/spanish/argumento-cosmologico.htm#sthash.i9N3AGQH.dpuf
El planteo lógico de las
premisas es algo diferente, pero en líneas generales tienden a tratar sobre lo
mismo. Craig en su argumentación reconoce que las ideas cosmológicas actuales "son de la opinión" de que el cosmos tuvo un comienzo de una supuesta nada (al ser una opinión es perfectamente opinable), con lo cual menciona la existencia previa de una argumentación "filosófica" anterior a las opiniones cosmológicas actuales en donde parece contener pruebas suficientes para arribar a una conclusión de verdad. Y es allí cuando pasa a tratar sobre el infinito, donde supone absurdos por la
sencilla razón de que tal idea parece superar al entendimiento humano relacionado con lo material, y necesita explicar que el universo tuvo que ser creado de la nada para que
rime con la lógica teologal humana.
Cuando se dice que: «la mayoría de
los modelos científicos del origen del universo, tales como el modelo del Big
Bang, apoyan la opinión de que el universo tuvo un comienzo», no se tiene en
cuenta que tal concepto se fundamenta en dogmas de la cultura occidental
monoteísta. Cuando los astrónomos dedujeron que el universo se expande
concluyeron que partió de un punto o singularidad, es decir, trasladaron la
idea dogmática del principio teológico y de naturaleza humana al universo
material dentro de la física cosmológica. Y esa idea del Bing Bang parece
encajar con el concepto de creación ex
nihilo.
Símbolo del infinito |
En el enfoque filosófico
de Craig en su primer argumento niega la existencia de un infinito real. Cuando
dice que el infinito no puede existir como "algo" al fundarse de que infinitas pelotas rojas = infinitas pelotas negras, y que la suma de ambas es = a infinitas pelotas tanto negras como rojas, y que a su vez = infinito x infinito = infinito + infinito, por lo que infinito real es
falso, es solo una afirmación fundada en una premisa incorrecta, al suponer al infinito como un
número real. Intuitivamente podemos inferir que eso es falso al darnos cuenta
que nunca es
un número. Llamar absurdo o inexistente algo que la mente no puede tratarlo como un número no convierte en verdadera esa
expresión ni puede ser parte de premisa alguna. Componer operaciones de suma
o resta con el infinito para luego negar su existencia se halla mal fundamentada.
En su segundo argumento niega que el infinito real pueda ser formado. Solo puede existir un infinito
potencial y no real, pues la suma de eventos no constituye la existencia real
de los tales siempre. Con ello refuerza doblemente el concepto de que el
infinito real no solo no existe sino tampoco puede ser formado. Una afirmación tautológica nuevamente que en si misma es insustancial, pues si algo no puede ser formado tampoco puede existir.
Pero dentro de ese
concepto se hallaría Dios mismo como “algo” que existe, y si el existe desde el
infinito, entonces sobre la base de la premisa de que un infinito real no existe, Dios no existe como entidad real. Y a su vez, si
el infinito real no puede ser formado, entonces el infinito no existe de
ninguna manera, no solo referido al pasado sino también al futuro. Nuevamente se niega al infinito por no ser finito, una
contradicción dialéctica.
Quizá, por tal motivo expresa algo que podría ser más verosímil al escribir: «…la causa es una agente personal quien libremente elige crear un efecto en el tiempo». Esta idea conlleva «efectos» sobre cosas que existen. Sacando algunas palabras que recargan innecesariamente la idea sería algo como “la causa es un agente que elige crear efectos”. El tiempo es solo una manifestación de movimientos, del cambio de las formas y sus posiciones, no de “algo” independiente que transcurra. Nadie siente que su yo, por ejemplo, tenga un número determinado de años, o que haya o se sienta envejecido. Para el ego el transcurso del tiempo no le afecta, siendo atemporal. Solo suma experiencias, no años.
Los defensores de tal concepto teológico señalan que una cosa es hablar del cosmos y otra muy diferente de Dios. Dios es inmaterial, ante lo cual los argumentos aplican solo al universo material. Dios es un ser no material y las conclusiones sobre el infinito aplica solo a lo material.
Esta separación presupone conocer muy bien sobre la conformación de dicha entidad y la manera que se relaciona con el mundo material, de lo contrario, no existiría manera de sentar una diferenciación netamente semántica.
Quizá, por tal motivo expresa algo que podría ser más verosímil al escribir: «…la causa es una agente personal quien libremente elige crear un efecto en el tiempo». Esta idea conlleva «efectos» sobre cosas que existen. Sacando algunas palabras que recargan innecesariamente la idea sería algo como “la causa es un agente que elige crear efectos”. El tiempo es solo una manifestación de movimientos, del cambio de las formas y sus posiciones, no de “algo” independiente que transcurra. Nadie siente que su yo, por ejemplo, tenga un número determinado de años, o que haya o se sienta envejecido. Para el ego el transcurso del tiempo no le afecta, siendo atemporal. Solo suma experiencias, no años.
Los defensores de tal concepto teológico señalan que una cosa es hablar del cosmos y otra muy diferente de Dios. Dios es inmaterial, ante lo cual los argumentos aplican solo al universo material. Dios es un ser no material y las conclusiones sobre el infinito aplica solo a lo material.
Esta separación presupone conocer muy bien sobre la conformación de dicha entidad y la manera que se relaciona con el mundo material, de lo contrario, no existiría manera de sentar una diferenciación netamente semántica.
Hablar de dos tipos
diferentes de infinitos es una manera de esquivar cuestiones aparentemente
irresolubles y polémicas. Agregarle nombres al infinito solo genera mayor
confusión.
El pasado es un infinito posible no real:
Una objeción frecuente es que el pasado debe ser considerado como un infinito posible solamente, no un infinito real. Tal posición es, sin embargo, insostenible. El futuro es posiblemente infinito, ya que no existe; pero el pasado es real de una manera que el futuro no lo es, como se evidencia en el hecho de que tenemos rastros de nuestro pasado en el presente, pero ningún rastro del futuro. Por consiguiente, si la serie de acontecimientos pasados nunca comenzó a existir, debe haber habido un número de acontecimientos pasados realmente infinito.
Una objeción frecuente es que el pasado debe ser considerado como un infinito posible solamente, no un infinito real. Tal posición es, sin embargo, insostenible. El futuro es posiblemente infinito, ya que no existe; pero el pasado es real de una manera que el futuro no lo es, como se evidencia en el hecho de que tenemos rastros de nuestro pasado en el presente, pero ningún rastro del futuro. Por consiguiente, si la serie de acontecimientos pasados nunca comenzó a existir, debe haber habido un número de acontecimientos pasados realmente infinito.
Infinito “posible”, “real”,
“potencial”. Para cada argumento un infinito nuevo. Ahora solo el futuro podría
contener al infinito “posible”. No le rima “pasado real” con “infinito real”. Se argumenta
que si no hay rastros del pasado, el pasado no existió. ¿Rastros de qué? Como
el futuro es algo que no existe, entonces “no es real” por no tener “rastros”, y de ese modo parece rimar con 'infinito irreal'.
El asunto que lo lleva a concluir al razonar: «…si la serie de acontecimientos
pasados nunca comenzó a existir, debe haber habido un número de acontecimientos
pasados realmente infinito»; y cómo no “hay rastros” de esos, no puede haber existido. ¿El
infinito u otra cosa? Por eso, reitero: ¿rastros de qué? ¿Qué es lo que no
puede haber existido? ¿La tierra? Eso es explicable. Sabemos que el origen
de la tierra no es ex nihilo. Decir
que la tierra “no existió” por no tener rastros de ella antes de su origen parece
plausible, pero sus “rastros” lo podemos hallar en la causa de su formación, la
cual se presupone es producto de las
estrellas.
Por el simple cálculo de las distancias cósmicas y la edad de la tierra, existen miles de millones de años de existencia del universo antes que la tierra llegara a formarse.
Por el simple cálculo de las distancias cósmicas y la edad de la tierra, existen miles de millones de años de existencia del universo antes que la tierra llegara a formarse.
¿Cuál sería el problema de
«un número de acontecimientos pasados realmente infinito»? Si se acepta una
serie infinita de acontecimientos hacia el futuro, ¿de que manera no se
distancia infinitamente de su pasado cuando tal futuro exista? En vez de negar
una serie de acontecimientos infinitos hacia el pasado a partir de un punto
definido del futuro, lo reafirma. ¿Por que motivo nuestro presente no puede tomarse en el mismo sentido al mirar hacia el pasado?
Un comentarista que defiende las ideas de Craig dice: “El infinito existe
numéricamente ya que a un número hay otro mayor, pero en el caso de los
cuerpos, estos no pueden se infinitos hacia el pasado.”
En realidad no se halla
bien expresado. El comentarista, al referirse a la progresión, quiere decir que
en matemáticas el concepto de infinito existe, pero no existe ningún número que
lo identifique. Pasando por alto este malentendido, podemos pasar a preguntar:
¿Por qué no pueden existir cuerpos hacia el pasado?
Pueden estar presentes cambiando
continuamente, aunque por cierto no de manera estática o una sumatoria de
estados. Se comete el error de convertir un número en algo material, como si de
sumar infinitamente granos de arena se tratara, y entonces, como nada material
se cree que puede existir de manera real hasta el infinito (pues toda materia
es considerada finita), se concluye de ese modo. Pero curiosamente, sí aceptan
que puede serlo hacia el futuro (la vida eterna material para los teólogos
necesita de tiempo futuro infinito), solo que no lo admiten hacia el pasado. Los teólogos enseñan que de acuerdo al Génesis, si Adán y Eva no hubieran cometido falta alguna, de acuerdo a la promesa divina vivirían para siempre. Dicho concepto se toma en sentido literal y material. De ese modo, cometen el error de usar un
argumento circular amputado. Niegan pueda existir algo material infinito hacia el pasado, pero si desde el pasado. Pero (nuevamente), cualquier infinito hacia el futuro,
implica necesariamente un distanciamiento infinito respecto al pasado. La
relatividad de la argumentación parece válida. Si alguien existiera en un
infinito hacia el futuro implicaría necesariamente un infinito hacia el pasado
también, al ser medido desde un punto cualquiera del futuro de su presente, si
es que existe obviamente. Desde el momento que se fija un estado presente en un
momento dado en el futuro infinito, cualquier “principio” en el pasado se
pierde en el infinito.
¿Es Dios real o es un
ser en potencia? ¿Es algo tangible, palpable; o es algo abstracto, una idea? ¿Puede o no puede relacionarse con lo material? Si tiene efectos sobre la materia solo puede serlo si de alguna manera es algo equivalente con la cual se pueda relacionar. Si
es real entonces tuvo que tener un principio acorde a su lógica. De lo
contrario puede ser un Dios en Potencia (para no decir idea) para poder
extenderse desde el infinito hasta el infinito. La misma lógica usada echa por
tierra la intención de la proposición si nada puede existir como algo desde el
infinito. Si el infinito real no existe, pues un Dios real tampoco.
En consecuencia, podemos
ver que la contradicción aparece cuando se quiere afirmar que el universo en
algún momento del pasado no pudo existir y tuvo que tener un comienzo, porque
los lectores de la Biblia
consideran infalibles la interpretación teológica donde se enseña que todo lo que fue creado tuvo un “principio” de la nada. Pero, lo de ex nihilo no es una expresión bíblica del Génesis, es un argumento teologal, una opinión discutible. Algunos remiten a un pasaje de otro libro, 2 Macabeos 7:28 para apoyar dicho concepto al Génesis, lo cual también es discutible por diversas razones. Ese pasaje expresa:
«Te ruego, hijo, que mires al cielo y a la tierra y, al ver
todo lo que hay en ellos, sepas que a partir de la nada lo
hizo Dios y que también el género humano ha llegado así a la existencia.»
Podría decirse que es el único pasaje donde aparece la expresión "a partir de la nada" conocida en filosofía como ex nihilo.
Es de reconocer que tal idea es bastante antigua, diríamos ancestral, idea que se halla en un libro considerado "no inspirado" por otros teólogos. De los libros considerados "inspirados por Dios" no hallamos una expresión tan directa como esa, sino expresiones que pueden interpretarse de otra manera.
Un pasaje cristiano que se suele usar en apoyo de dicha idea es Hebreos 11:3, donde dice:
Otra versión lee:
Allí dice que lo material, lo visible, viene de lo invisible. La pregunta sería: ¿Es lo invisible "la nada"? A su vez, ¿Puede ser lo visible una forma nueva de algo preexistente?
Ello puede ser explicado con la obra de algo nuevo. En un predio puede no existir nada salvo un espacio disponible. Un constructor idea levantar allí un edificio. Lo diseña, planifica y luego lo construye. No cabe duda alguna que el edificio provino de algo invisible, una idea, y se plasmó como resultado de la interacción de un medio material dirigido por una mente para formar algo completamente nuevo que antes no existía ni existió en ninguna parte. Para lograr su propósito, utilizó todos los medios disponibles existentes. Pero claramente, el resultado final a la vista provino solo y de manera única de una energía mental, la cual es completamente invisible, pero indiscutible su realidad.
Por lo tanto, dicho pasaje bíblico puede encajar muy bien con el ejemplo citado. Ello permite afirmar que la conclusión teologal de ex nihilo tal como es usada no es indiscutible.
Veamos otra proposición.
Es de reconocer que tal idea es bastante antigua, diríamos ancestral, idea que se halla en un libro considerado "no inspirado" por otros teólogos. De los libros considerados "inspirados por Dios" no hallamos una expresión tan directa como esa, sino expresiones que pueden interpretarse de otra manera.
Un pasaje cristiano que se suele usar en apoyo de dicha idea es Hebreos 11:3, donde dice:
«Por la fe entendemos haber sido constituido el
universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que
no se veía.» RV
Otra versión lee:
«Por la fe, sabemos que el universo fue formado por la palabra de Dios, de manera que lo que se ve resultase de lo que no aparece.» BJ
Allí dice que lo material, lo visible, viene de lo invisible. La pregunta sería: ¿Es lo invisible "la nada"? A su vez, ¿Puede ser lo visible una forma nueva de algo preexistente?
Ello puede ser explicado con la obra de algo nuevo. En un predio puede no existir nada salvo un espacio disponible. Un constructor idea levantar allí un edificio. Lo diseña, planifica y luego lo construye. No cabe duda alguna que el edificio provino de algo invisible, una idea, y se plasmó como resultado de la interacción de un medio material dirigido por una mente para formar algo completamente nuevo que antes no existía ni existió en ninguna parte. Para lograr su propósito, utilizó todos los medios disponibles existentes. Pero claramente, el resultado final a la vista provino solo y de manera única de una energía mental, la cual es completamente invisible, pero indiscutible su realidad.
Por lo tanto, dicho pasaje bíblico puede encajar muy bien con el ejemplo citado. Ello permite afirmar que la conclusión teologal de ex nihilo tal como es usada no es indiscutible.
Veamos otra proposición.
- Si alguna vez hubo un tiempo en que no existió absolutamente
nada, nada podría existir ahora.
- Algo existe ahora.
- Por lo tanto, nunca hubo un tiempo en que absolutamente nada
existió.
La pregunta que entonces vale la pena
preguntar es: ‘¿Qué ha existido siempre?' Tenemos sólo dos opciones: el
universo material compuesto de espacio, tiempo, materia y energía, o un Dios
eterno y espiritual, que existe separadamente del universo material. Dado que
respetados cosmólogos cuánticos, tales como Alexander Vilenkin, creen que la
ciencia inequívocamente muestra que el universo tiene que haber tenido un comienzo
en el big bang, eso deja sólo otra opción, Dios. Ya que algo tuvo que ser
eternamente omnipresente (no auto-causado), y el universo mismo no califica, la
única conclusión lógica que nos queda es que un Dios espiritual,
autosuficiente, existe y ha existido eternamente.
Esta proposición es más
interesante que las otras. Las premisas 1 y 2 son verdaderas, ostentan un grado
de verosimilitud difícil de objetar, ante lo cual la conclusión apoya el
concepto lógico de que algo siempre existió.
Sin embargo, se comete
un serio error de juicio en su manera de interpretar: ¿por qué solo hay dos
opciones y no una? ¿Quién determina que debe ser una y no puede ser la otra? Al
intercalar a la proposición otra premisa teológica en la cual consideran la
existencia de «un Dios eterno y espiritual, que existe separadamente del
universo material», se instala “la causa que no tuvo causa”, desvirtuando el
sentido de la lógica del argumento.
También podemos objetar:
¿por qué motivo solo hablamos de un universo material? ¿Por qué motivo no
podemos inferir otros tipos de universos que no podemos ver, pesar y medir pero
que pueden perfectamente existir o coexistir con el material e
interrelacionar con él?
Volviendo a la pregunta
formulada se responde que los “cosmólogos respetados” determinan que el
universo tuvo un origen. Pero el parafraseo de la oración deja entrever una
duda notable: «creen (los cosmólogos)
que la ciencia inequívocamente muestra que el universo tiene que haber tenido un comienzo en el big bang» ¡Ah! Bueno,
“creen”, “tiene que haber tenido”, nada seguro, nada de: “la prueba de que el
universo tuvo un comienzo donde antes nada material existió es irrefutable”.
Para confundir le agregan el adverbio “inequívocamente”. Si fuera así no
creerían, sabrían, de manera tan segura cómo se sabe que usted y yo fuimos
bebés y nacimos un día determinado. Está muy claro que nadie puede asegurar
nada al respecto (quizá por eso son respetados tales cosmólogos), solo imponer a partir de ello una idea como favorita. Por la manera de alterar
la proposición, esta quedaría de la siguiente manera:
1.
Si alguna vez hubo un
tiempo en que no existió absolutamente nada, nada podría existir ahora.
2.
Algo existe ahora.
3.
Por lo tanto, nunca hubo
un tiempo en que absolutamente nada existió.
4.
Pero los cosmólogos
creen que el universo tiene que haber tenido un comienzo de la nada en el big
Bang
5.
En conclusión, lo que
siempre ha existido es entonces Dios.
El resultado de la proposición es forzada a cambiar de objetivo al intercalar una 4ª premisa de carácter dudoso diciendo que como los cosmólogos (ahora) creen que el universo tiene que haber tenido un principio, no queda otra que aceptar que el que siempre ha existido es Dios en la 5ª. Pero esa conclusión no puede ser tomada como verdad si parte de una creencia. Dicha lógica puede valer lo mismo también para el universo al ser dudosa. De hecho, esa sería una conclusión más cercana a la verdad que la alterada por la teología. El comienzo del universo de la nada, es decir sin causa material o energética (que es lo mismo, pues la materia es energía condensada) alguna anterior, no está demostrado, es una creencia, más allá de los «respetados cosmólogos cuánticos». De hecho, un muy respetado cosmólogo británico, Stephen Hawking, explica en un libro que el Big Bang es una consecuencia inevitable de las leyes de la física sin la necesidad de ningún Dios o Causa-diferenciada. Si bien el cree en el Big Bang, es decir en un comienzo del universo en su conjunto, deja a entender que antes de ese comienzo ya existían las leyes de la física que lo formó, con lo cual la realidad material estaba presente antes del Big Bang. El habla de un evento y no de una creación de la nada, aunque los medios de comunicación digan que el aboga sobre un principio del universo a partir de la nada. No puede ser de la nada si es que existían leyes físicas (aunque desconocidas por cierto) antes para formarlo, y punto. No pueden existir “leyes físicas” separadas de la materia o energía. La "leyes" son parte inherente de lo que existe, que operan en el cosmos para ser lo que es.
Las conclusiones que se
sacan sobre el enfriamiento paulatino del universo fundado en la 2ª ley de la
termodinámica para señalar que el universo no pudo existir desde la eternidad
tampoco son concluyentes, pues presuponen que el universo es un único sistema
cerrado, semejante a una máquina de vapor, desde dónde se extrajo ese
principio. El universo podría ser considerado con la misma sensatez como un
sistema infinito abierto con infinitos conjuntos cerrados. Tampoco sabemos de
la relación existente entre la materia y energía invisibles con la materia
visible. Cualquiera dirá que eso es absurdo, pero no somos capaces de asegurar
nada salvo a partir de afirmaciones que son elucubradas partiendo de nuestras
limitaciones humanas. Lo único cierto es que no lo podemos saber. Una vez
establecida dicha certeza, cualquier lógica proposicional basada en suposiciones carece de validez alguna para ser expuesta
como algo superlativo para ostentar indiscutibilidad.
Un aspecto importante a
tener en cuenta que se deja entrever en el tema es confundir el “principio” de
algo con la “existencia” de algo. Para ilustrarlo podemos pensar en un paisaje
de la naturaleza. Las personas suelen ver un diseño al salir de vacaciones y
ver montañas, árboles, arroyos, diversidad de vida vegetal y animal. Podemos
hablar que los paisajes cordilleranos tuvieron
un principio, pero eso no quiere decir que antes “nada” existió. Los paisajes no fueron obras creadoras ex nihilo de un Dios, sino el producto
de un proceso de cambio donde actúan todas las fuerzas presentes en los
elementos que conforman un terreno determinado en un tiempo determinado. Se
producen totalmente por azar en función de millones de variables sobre las
cuales no podemos saber absolutamente nada. Una mente simple dirá que Dios creó
el paisaje, y puede ser aceptado por una mente superior en un contexto no
contradictorio con el primero. Pero ello no significaría que antes nada material
existió y que tuvo que existir una causa no-causada para que ese paisaje
exista. Podemos inferir hacia el infinito los innumerables cambios que las
formas habrían tenido, sin que por ello debamos afirmar que eso cambiante
necesariamente debió tener un principio. No obstante, siempre podemos hablar
del principio o comienzo de algo, pues de eso se tratan cuando existen ciclos,
aunque podamos inferir “cosas” o “formas” totalmente diferentes entre sí.
Veamos otro enfoque de
los argumentos de Craig tomados de Wikipedia donde cualquier lector podrá
entender mejor ahora lo que estuve diciendo al respecto.
3.1. Argumentos
filosóficos del comienzo del universo
¿Es el
universo eterno o tuvo un origen absoluto en el tiempo? En apoyo a la segunda
premisa tenemos tanto argumentos filosóficos como científicos que nos dicen que
el universo comenzó a existir en un momento determinado. Más aún, gracias a los
avances de las últimas décadas, es posible calcular cuando ocurrió. De acuerdo
al consenso científico actual, todo el universo entró en existencia hace
aproximadamente 13.8 mil millones de años.
Démosle
primeramente un vistazo a dos argumentos filosóficos que Craig compila en
defensa de la premisa (2). El primero está basado en la imposibilidad de que un infinito actual pueda existir en la realidad." Un
infinito actual es una colección de elementos definidos y discretos cuyo número
es mayor que cualquier número natural 0, 1, 2, 3…" (Craig, 2008) David
Hilbert, uno de los matemáticos más influyentes de los siglos XIX y XX, rechazó
que algo así pueda existir. El infinito, dijo Hilbert, “no se lo puede encontrar en ningún lugar de
la realidad. No existe en la naturaleza ni proporciona una base legítima
para el pensamiento racional… El único papel que juega el infinito es el de una
idea” (Hilbert). Para poder hacer su punto más claro, este matemático alemán
nos brinda el ejemplo de un hotel con un número infinituo de habitaciones cuya
existencia conlleva a muchos absurdos. (ver video http://www.youtube.com/watch?v=iAF37vVeV-Y )
El
segundo argumento es algo diferente, está vez nos dice que es imposible formar un conjunto que contenga un número
infinito actual de elementos. Si bien no niega necesariamente la existencia del
infinito, este argumento busca probar que es imposible formar uno de manera secuencial al agregar
un elemento tras otro. El infinito actual existe solamente (en la
imaginación) como un todo y no como un proceso. Ahora apliquemos este
análisis al universo. Si el universo no tuviera un punto de origen en el
tiempo, entonces sería eterno hacia el pasado. Pero, si esto fuera verdad,
resultaría inexplicable que hayamos arribado al momento presente ya que el
pasado se forma de manera secuencial, un evento tras otro. Una pequeña
ilustración nos ayudará a entender este argumento más claramente. Imaginemos un
hombre que dice “voy a contar de 0 hasta el infinito” y empieza 0, 1, 2, 3… y
así pasa por todos los números naturales hasta que en un momento dado llega al
infinito. ¿Es esto siquiera posible? Absolutamente no, la idea de atravesar el
infinito es totalmente absurda. Así como es imposible contar del cero al infinito positivo, es igual de
imposible contar desde el infinito negativo hasta cero. El simple hecho de
encontrarnos en el momento presente es prueba clara que la cantidad de eventos
pasados es finita.
Estos
argumentos filosóficos tiene la solidez suficiente para servirnos como buen
soporte para nuestras premisas, No obstante, hay quienes no confían en los
argumentos filosóficos y exigen pruebas más “científicas”. Es por eso que ahora
analizaremos la evidencia científica a favor del comienzo del universo.
Que el infinito es una
idea y no un número real es correcto. Ahora, como idea es perfectamente real.
Correctamente no existe un número “infinito”, infinito significa precisamente
eso, la ausencia de un final o de un comienzo, de algo finito, determinable,
tangible, quieto. Revela un movimiento continuo siempre. En rigor de verdad el
presente tampoco sería algo finito, pues no existe un presente inamovible. El presente es el mejor ejemplo de algo indefinible, infinito. Se
halla en constante movimiento, de otra manera estaría como congelado, tieso, por no decir inexistente. De
allí que lo finito sería una ilusión mientras lo infinito o indeterminado es lo
real. Lo finito sería como la foto de algo y no ese algo. Lo finito es entonces una creación humana para aferrarse a "algo" pensando que de esa manera podrá perdurar en el tiempo cuando en rigor de verdad no existe.
Sabemos es imposible llegar a un número infinito por que no existe, es un número indeterminado. Ahora, si el infinito como número real no existe, eso solo muestra que lo finito no existe dentro del conjunto.[3] Y tanto no existe lo finito en sentido positivo como negativo. El hecho de encontrarnos en el momento presente, contrario a lo afirmado, no es prueba alguna que la cantidad de eventos hacia el pasado debe ser finita. Es solo una afirmación sin sustento alguno. ¿Debe a qué? A nada. Si el finito como presente no existe, no es rígido, siquiera es un número, se halla en constante movimiento al igual que en cualquier momento del pasado y lo será también en el futuro. Así, no es imprescindible fijar un punto fijo en el pasado para afirmar que existe el presente.
Sabemos es imposible llegar a un número infinito por que no existe, es un número indeterminado. Ahora, si el infinito como número real no existe, eso solo muestra que lo finito no existe dentro del conjunto.[3] Y tanto no existe lo finito en sentido positivo como negativo. El hecho de encontrarnos en el momento presente, contrario a lo afirmado, no es prueba alguna que la cantidad de eventos hacia el pasado debe ser finita. Es solo una afirmación sin sustento alguno. ¿Debe a qué? A nada. Si el finito como presente no existe, no es rígido, siquiera es un número, se halla en constante movimiento al igual que en cualquier momento del pasado y lo será también en el futuro. Así, no es imprescindible fijar un punto fijo en el pasado para afirmar que existe el presente.
Ellos razonan a partir
del supuesto de alguien que “empieza” a contar «0, 1, 2, 3,…», y como nunca
puede llegar al infinito, se determina que tuvo que haber un comienzo finito sobre la base de que el presente es algo finito, determinable. Pero
eso obliga que existan dos estados finitos: el principio y el presente. Si
consideramos al tiempo o cadena de sucesos como una línea, así como el universo
habría tenido un comienzo de la nada tendría un fin volviendo a la nada
nuevamente. Si antes no existió por tiempo infinito y luego no existirá por tiempo infinito, entonces el universo no existe. Pero no es de ese modo. Ahora, el hecho de no poder llegar a un número o estado finito
revela que el infinito existe. Si el infinito existe, cualquier principio (o
proyección futura también) al estar alejado infinitamente de un presente, haría
al mismo tiempo que el presente se alejara continuamente (indefinidamente)
hacia el futuro, determinando su existencia también. Solo cuando el presente pasa a
ser finito (un punto fijo anclado “desde el cual empezar a contar”) tenemos
infinitos negativos y positivos. Por lo tanto, al expresar «El simple hecho de
encontrarnos en el momento presente es prueba clara que la cantidad de eventos
pasados es finita», es justamente al revés, lo contrario, pues la existencia
del infinito demuestra que el presente no se halla atado a finitud primigenia alguna, por que no es algo
fijo, estático, anclado, es algo que está cambiando constantemente, y eso
explica el cambio de las formas que existen y no de la existencia o la ausencia
absoluta de algo. Lo único real que existe es el presente de manera infinita. Un segundo de duración sin duda es una parte finita de tiempo, pero no lo es en el mundo real, pues desde que comenzó a leer esta oración hasta que llegó al punto final transcurrieron de manera continua varios segundos con variables distintas. Si
el infinito no existiera nada podría existir.
¿Y sobre la evidencia
científica para probar el comienzo del universo? Sencillamente no existen. No
hace mucho Hawking trabajó sobre el hallazgo de ondas gravitacionales generadas
durante la creación del cosmos que ratificaría la idea de la inflación,
generando una nueva teoría, la de los multiversos. Son conjeturas, todas son
conjeturas. Es arriesgado fundamentarse en conjeturas cosmológicas. Es un
recurso sofista pretender instalar como verídica la idea de que el universo
tuvo un comienzo para luego armar una proposición relacionada con una
conclusión que exprese algo como cierto o verdadero, como el afirmar de modo concluyente que el universo tuvo que ser creado por un Dios de la nada, ingresando
al concepto de la «Causa-diferenciada». Las “evidencias científicas” son tan
perfectamente cuestionables como cualquier idea fundada sobre la base de
supuestos. Todavía, la ciencia no está segura de nada al respecto, no
puede afirmar categóricamente siquiera lo que es el tiempo y el espacio a la
luz de las teorías que presenta.
Correctamente el
infinito es una idea, pero tan real como lo es indeterminada. No por ser algo
intangible es irreal o no existe. Esta quizá sea una particularidad superlativa
y trascendente de la existencia. Matemáticamente puede hasta estar
circunscrita a un espacio limitado, finito, tangible. Por ejemplo, entre 1 y 2
podemos tener una infinitud de espacios. El 1,99… puede tener una serie
infinita de nueves sin llegar nunca a 2, al igual que el 1,000499…; 1,299;
1,399…; etc.. Existe una cantidad infinita de espacios numéricos entre 1 y 2.
Podemos decir entonces que lo finito
contiene a lo infinito, o bien lo
infinito se halla en lo finito, lo cual es una paradoja o contradicción si
no fuera cierto. Esta verdad es perfectamente demostrable matemáticamente, ante
lo cual la idea del infinito no solo es real, auténtica, sino que un conjunto
determinado, real, palpable, puede contener una infinitud de variables. El 1,
que puede ser el comienzo o principio de algo, también un presente concreto, es
numéricamente inalcanzable aunque su existencia tangible o finita es
incuestionable. Las expresiones susodichas, cuyo origen de partida surge de la
abstracción matemática, es usada muy profusamente en áreas relacionadas con el
misticismo y la espiritualidad profunda y escasamente en filosofía.
Acorde a todo lo expresado, el argumento cosmológico para sustentar la formación del universo a partir de la nada no es sustentable, no solo mediante pruebas empíricas sino de modo teórico también.
Acorde a todo lo expresado, el argumento cosmológico para sustentar la formación del universo a partir de la nada no es sustentable, no solo mediante pruebas empíricas sino de modo teórico también.
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[1] Infinito actual o real, es
decir numérico, e infinito potencial o abstracto.
[2] Es como si se dijera:
“dado que no existe un número infinito el infinito no existe”, o “el número
infinito no existe porque un número es finito”
[3] Sin querer halle la mejor
prueba argumentativa matemática para demostrar que la finitud es una ilusión.