Un “Dr. en ciencias” enseña en la página enlazada algo realmente insólito:
“Para que se forme un fósil son necesarios algunos requisitos relacionados directamente con un diluvio universal.”
Es insólito simplemente porque se fundamenta en mera
convicción imaginativa, no posee evidencia alguna para corroborar tal
afirmación “científica”. Pero a veces, esto resulta suficiente para engatusar a
los jóvenes inexpertos que prefieren escuchar a tales charlatanes antes que
investigar lo suficiente.
Las ‘evidencias’ que presenta son las siguientes:
“Para que se forme un fósil hay algunos requisitos
básicos. En primer lugar, el organismo tiene que ser enterrado rápidamente, y en una capa profunda para iniciar el proceso
de la fosilización. Además, debe ser un
evento rápido, para que las bacterias que descomponen el organismo no
intervengan. Finalmente, el objeto necesita permanecer enterrado bajo gran presión para que la fosilización
suceda.” (negritas mías)
Las palabras resaltadas por mí exponen la manera de desviar
los hechos para ajustarlos al relato del Génesis. Lo cierto es que de manera
natural (hechos conocidos hoy día en distintas partes del mundo, hasta
filmados), en ciertos casos especiales cuando ocurren grandes inundaciones que
arrastran cantidades enormes de lodo, se cumplen los requisitos expuestos,
tales como el de ser enterrado “rápidamente” y en una “capa profunda”, siendo
por lo tanto un “evento rápido”, todos aspectos que nada tienen que ver con la
idea de un cataclismo universal. Luego, el detalle agregado de la “gran
presión” es totalmente inválido, ya que no es la “presión” el factor que
transforma un cuerpo orgánico en piedra sino la acción lenta del agua que posee
disuelta en su composición minerales que van suplantando la zona de los
compuestos orgánicos disueltos al depositarse en los cuencos formados. Esto
explica el motivo por el cual los fósiles hallados están compuestos
generalmente por el tipo de suelo en el cual se depositó. Y este proceso suele
ser tan lento y medido, que puede reproducir hasta los detalles más
insignificantes del cuerpo muerto atrapado. En la mayoría de los casos los fósiles
son solo las partes más duras, los huesos, pero a veces son restos orgánicos
blandos (hojas, frutos, cuerpos animales), y ello ocurrió de ese modo porque no
hubo microorganismos en ese momento en el terreno donde fue sepultado que
pudieran disolverlo antes que el barro se endurezca. Las bacterias y
microorganismos no existen en todas partes, es decir, no son omnipresentes en
cualquier suelo, y por otra parte, la mayoría de los “cuerpos” hallados no se
corresponde al reemplazo de tejidos blandos molécula por molécula, sino al
relleno del tejido blando desaparecido adoptando la misma forma en el cual fue
encapsulado por material que dejó de ser blando antes que se disolviera el
cuerpo orgánico, produciendo lo que se conoce en paleontología como molde e impronta.
En el último caso, la roca dura quedó marcada por la forma del animal o vegetal
enterrado cuando fue blanda, permaneciendo inalterable una vez endurecida. En
el caso de adoptar las mismas dimensiones que el cuerpo, no existió una
fosilización del cuerpo, sino, un relleno que adopta la forma de un tronco o de
huesos o de conchas, que al igual que el barro endurecido circundante, se
petrificó, señalando el caso anterior.[1]
En consecuencia, no es inocente la reducción final del
concepto de fósil, persiguiendo muerdan el anzuelo las personas en proceso de
formación que no han reparado todavía en todo lo que se sabe hoy sobre sus
distintas peculiaridades. En consecuencia, cuando este Dr. afirma:
“La fosilización no ocurre en condiciones
naturales. Por más que se lo niegue, solo un diluvio universal puede
producirlo.”
… simplemente está afirmando algo falso, dicho con el solo
propósito de engañar a los inexpertos. En la naturaleza hallamos una enorme
cantidad de restos de animales y plantas de especies actuales y algunas
relativamente más antiguas en distintas etapas del proceso de fosilización, con
lo cual no es imprescindible la presencia de un cataclismo universal único,
como el descrito en Génesis, para generar fósiles.
Dirigiéndose a los jóvenes incautos, debajo de una imagen
del Everest, este “Dr. en ciencias” les dice:
“¿Sabías que en esas regiones se encuentran
fósiles de seres marinos? ¿Cómo treparon hasta allí? Indudablemente, el agua
los llevó hasta allí. Estas y muchas otras evidencias muestran que la presencia
de agua es innegable en la formación de las rocas del planeta.”
Su manera de razonar se parece a un lego de hace 200 años
que pretende iluminar a otro lego. Justamente, esa presencia de restos marinos
en tierras lejanas del mar y en zonas elevadas, como en lugares montañosos, ha
sido en lo antiguo una “prueba” para los humanos de aquellas épocas de la
ocurrencia de un diluvio universal.[2]
Y no sería nada raro suponer que en lo antiguo estas “evidencias” recogidas de
distintas partes del globo contribuyeron para que ciertos observadores
temerosos desarrollaran la teoría de un diluvio universal, que abarcó toda la
tierra, como un suceso realmente ocurrido en un pasado, plasmándolo en un libro
religioso que actualmente conocemos como el Génesis. Tal ocurrencia es muy
probable, considerando la escasa posibilidad de investigación y estudio
comparado que pudo existir en esas épocas sobre lo que veían y llegaban a
escuchar de otros lugares distantes. No obstante, no todos en todas partes
creyeron eso. Por ejemplo, hace 2.500 años, Herodoto revela que los sacerdotes
egipcios ya tenían un concepto geológico muy semejante al actual en lo referido
a la formación del delta y cuenca del río Nilo, que curiosamente, es atacado
por la iglesia católica para afirmar que estos sacerdotes estaban equivocados
porque fue a causa del diluvio de Noé y no a un proceso paulatino propio de la
naturaleza de la geología terrestre. De modo que, de acuerdo a las evidencias,
los más ignorantes y creyentes temerosos, ante la falta de mayor conocimiento y
por la presión evidente de los teólogos, eran fácilmente convencidos que estos
restos de vida marina en terrenos alejados del mar conformaban la “prueba
irrefutable” del diluvio bíblico. Pero, obviamente, fue un gran error y una
colosal farsa hoy.
Y este recurso, por más que no lo parezca, sigue siendo
utilizado por teólogos disfrazados de científicos, con altisonantes títulos y
doctorados a fin de poder seguir engañando a la juventud a medida que adquieren
conocimiento, instalándoles dudas que muchas veces no tienen la capacidad de
poder resolverlas, obligándolos a bautizarse y comprometerse con alguna
corriente religiosa antes de poder descubrir el engaño, muy propia de las
corrientes protestantes, para que de ese modo, una vez cautivos, se les haga
muy difícil cambiar de adultos.
Es curiosa la metodología utilizada con astucia al plantear
luego de una exposición muy floja, sin mostrar nada serio e impropia en ciertas
afirmaciones:
“Entonces, ¿qué es más fácil creer y percibir a través de
las evidencias?”
Un recurso sofista y artero cuando las “evidencias” son
solamente convicciones imaginarias contrapuestas con los hechos descubiertos
hábilmente ocultados. Incluso efectúan afirmaciones de “evidencias”
inexistentes, tales como “fosilización repentina”, o de “análisis químicos
modernos demuestran que hay rastros de células en el tejido de los dinosaurios”,
un tema relacionado con haber hallado restos “orgánicos” de células óseas,
denominados osteocitos.
También en 2015 se informó el hallazgo de "diminutas estructuras con forma
ovoide y un núcleo más denso en el interior, lo que podrían ser
potencialmente células sanguíneas" en una garra de un dinosaurio de 75
m.a., levantando una importante controversia debido a que por “mucho tiempo se
ha creído que las moléculas de las proteínas se descomponían en un periodo de
tiempo corto, y que no se conservaban más de cuatro millones de años”.[3]
Pero nada de ello significa que los dinosaurios existieron hace 4.300 años, que
es el punto que pretende imponer el autor de su artículo. No se trata de qué es
más fácil o difícil, sino, qué es más acorde a los hechos descubiertos, sin
importar si le resulta “fácil” aceptarlo por lo “difícil” de entenderlo a una
mente floja y carente de información fidedigna.
Cuando se trata de descubrimientos, debemos aceptarlosa todos, volverlos a analizar, cuestionarlos buscando posibles errores, y
cuando de alguna manera quedan definidos, estamos obligados a incorporarlos,
cambiando a veces nuestros puntos de vista anteriores. Sin embargo, ninguno de
esos descubrimientos que el autor alude en su respuesta determinó que la vida
comenzó a existir hace no más de 10 mil años. Por otra parte, hay una cantidad
interminable de datos que aportan evidencias concretas hacia un pasado remoto de
millones de años de existencia de distintas formas de vida. Inclusive hay
aportes que apoyan las ideas de Darwin sobre un antepasado común, material que
es posible ver en distintos sitios.[4]
¿Por qué motivo tratar de convencer de algo que no es
cierto?
Y precisamente, este aspecto de la psicología humana
presente en el mundo, es el rasgo principal que estoy investigando desde hace
varios años, donde es preferible engañar a la gente antes que enseñar la verdad
de los hechos. Más que un interés por transmitir información fidedigna, existe
el interés de manipular y explotar al ser humano, usarlo, moldearlo a sus
caprichos, sean teológicos o políticos o de cualquier otra índole, para de ese
modo sumar apoyo a una causa de intereses privados.
El autor de la página que cuestiono no me permite responder
en su página, sin embargo ellos tienen un acceso mucho mayor al que yo pueda
llegar porque reciben dinero de iglesias mediante el cual pagan para aparecer
en la web en los buscadores. Las iglesias de todo tipo poseen una gran
penetración pública, mediante diversos medios, tales como la radio y la TV,
pudiendo ellos llegar a más personas con su propaganda, y frente a tales
operaciones, la gente decide y elige en función de hasta dónde puede
racionalizar algo, decisiones enormemente dependientes del tipo de información
que reciben y los momentos de la vida que atraviesan. De esta manera, el nivel
educativo además de la capacidad propia por procesar información y el carácter
de cada individuo, juegan un papel muy importante a la hora de decidir a cuál grupo
pertenecer o sostener.
En otra respuesta dada para el tema ¿Qué no vio Darwin?, me
llamó la atención que repitiera la expresión de ser su “colega”, y más adelante
me dijera que solo estaba presentando otra hipótesis ante mi comentario donde
le exponía que la antigüedad de la vida estaba fuera de discusión, que no es
parte de una suposición rebatible, sino comprobada de múltiples modos y
aceptada generalmente. Que este señor no esté de acuerdo con ella es otro tema,
y sería bueno que mostrara las evidencias de ello. Es obvio que no las tiene,
pero pretende igualarme como si fuera otro personaje que solo presenta otra
hipótesis endeble, la de “que la evolución de las especies es un hecho comprobado y la
única fuente de verdad”, cuando, a pesar de ser una teoría muy bien establecida, en rigor de eso no se trata. Solo deseaba resaltar una verdad
incuestionable hoy día: la enorme antigüedad de las formas de vida en la tierra
abarcando millones de años. Este aspecto ya no es una hipótesis, siquiera es
una teoría, es un hecho.
A nadie le interesa
realmente analizar un tema concreto, solo hacer propaganda y elevar sus ideas
por encima de la de los demás por motivos inconfesables. En consecuencia, inevitablemente es y será responsabilidad de cada individuo analizar todos los hechos y tener que cometer errores en esta vida y sufrir desilusiones, vida que muchas veces no alcanza para darse cuenta de ellos, y mucho menos durante nuestra juventud. Estamos condenados a experimentar y aprender, y en eso, cada quien llega hasta dónde puede.
PD.: Para un estudio del significado interno sobre el pasaje del Génesis sobre el diluvio, recomiendo visitar: El diluvio, Génesis capítulos 6, 7 y 8
[1] Cualquiera puede
interiorizarse mucho más leyendo sobre cómo se forman los fósiles en páginas
como las siguientes: http://www.comofuncionatodo.net/ciencia/paleontologia/que-son-como-se-forma-los-fosiles/;
http://www.areaciencias.com/geologia/los-fosiles.html;
https://eruportal.com/como-se-forman-los-fosiles/;
http://www.biorigenes.com/como-se-forman-los-fosiles/;
[2] Uso el concepto de diluvio
universal para diferenciar de los diluvios que naturalmente ocurren en
distintas partes puntuales de la tierra en distintas épocas, a fin de comunicar
bien a qué nos referimos específicamente, esto es, al diluvio de Noé.
[4] Existe una de Wikipedia
donde resume buena parte de tales evidencias en https://omicrono.elespanol.com/2016/04/los-4-fosiles-mas-curiosos-de-la-historia/
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