El problema de la "inteligencia artificial"
Desde mi punto de
vista no hay capitalismo ni socialismo ni comunismo, ni ningún "ismo"
salvador poniendo en caja a los demás, solo hay seres humanos cuya
"humanidad" nos lleva al desastre, cuyo fin está cada vez más cerca a
medida que aumenta la población.
Bacillus Anthracis
te ha mencionado en un comentario sobre la publicación de Bacillus Anthracis.
+edgardo
winczur así es, aunque la tasa de natalidad de muchos países está
bajando con el pasar de los años, las estadísticas más optimistas extrapolan a
que dicho crecimiento se detendrá alrededor del año 2100. Pero lo importante
aquí es ¿qué hará el ser humano si la máquina inteligente ya resuelve buena
parte de las tareas cotidianas?
Respuesta:
Hola Bacillus. La
pregunta ya la he contemplado en mi comentario anterior. El desarrollo de la
“inteligencia artificial” será otro elemento más del desarrollo, que si bien
por un lado el desarrollo tecnológico ayuda a mejorar la vida, genera al mismo
tiempo el tremendo problema de la desocupación y/o sub-ocupación, sub-ocupación
que a su vez está en más peligro ante el avance de esa “inteligencia
artificial” como dice. Es simplemente una convergencia mayor para el desastre y
no para la superación de la humanidad, simplemente porque se encuentra afectada
por tamaña cantidad de habitantes que sigue creciendo día a día, en especial de
y en las megaciudades, y especialmente en muchos otros países en vías de
desarrollo, y que solamente podría descomprimirse si se reduce ordenada y sustancialmente
la población mundial, especialmente en esos países, con lo cual, tanto la
tecnología por un lado como la solución práctica por el otro parecen ir en
desmedro de la vida humana general.
Por otra parte, ¿le
preocupa realmente a Ud. “que hará el ser humano”? Tendría un montón de
ejemplos para mostrar en “que se ocupan” ahora muchos “desocupados”, y no
precisamente para el bien de sí mismos ni de la sociedad general. Si su
pregunta es retórica, sería bueno que pudiera exponer la solución, porque
supongo que su interés no debe ser solo por mera curiosidad. Aquí no se trata
de hallarle alguna ocupación superadora que mantenga entretenidos y fuera de
peligro a los ociosos humanos desplazados por la tecnología, sino en poder
ocuparse en aquello en que siempre se ocupó: buscar la salida. De encontrarla
se trataría. Lo bueno es que ahora tiene más tiempo y elementos para reflexionar
en lo que atañe a su existencia.
Se está planteando una
pregunta cuya respuesta no puede ser resuelta para ser aplicada de modo
universal debido a las diferencias en los convencimientos y convenciones del
“ser humano”. Aquí existe inevitablemente una discriminación propia de cada
uno, de sí mismo frente a los demás. Y la valla o cerca que divide a uno de
otros se encuentra principalmente relacionada con lo que el individuo considere
es la vida, y si existe o no vida más allá de este plano existencial. En
función de ello podemos elaborar distintas respuestas, aceptadas por unos y
rechazadas por otros. No obstante, puedo adelantar, que esa “preocupación”
manifiesta en la pregunta puede englobarse en una respuesta de un panorama muy
sombrío para quienes ven la vida del humano como la única forma de existencia
posible.
Explicar esto puede
llevar varias páginas, y muchas más para quienes les resulte difícil de
comprender.
Al hablar del “ser
humano” no se entiende bien sobre de qué hablamos, si de nosotros mismos o de todos
los demás. La mayoría suele responder por sí misma, y cada quién suele ver con
buenos ojos este progreso, porque se proyectan a sí mismos acorde a sus
circunstancias. En ese caso, respondiendo a la pregunta planteada, ese “ser humano”
buscará aprovecharla. Pero si tenemos que incluir a “toda la población humana
de la Tierra”, a la manera de un estadista, el asunto cambia, y allí cada individuo
buscará la manera de aprovecharlo a su modo, y considerando que muchos
entienden no lo suficiente sobre el asunto, es inevitable que aparezcan acciones para
limitar, condenar, castigar, dominar, llegando hasta mentir, robar y matar, en
fin, lo que sea necesario para sobrevivir de la mejor manera posible en su
existencia competitiva en este mundo según el lugar en que se encuentre. Y
viéndola de ese modo, esa “humanidad” en su conjunto tiene frente a sí un
panorama muy sombrío. Responder la misma pregunta a nivel general su satisfacción resulta
imposible, porque siempre habrá personas que se opondrán a aquello que choca
con sus convicciones y expectativas de vida.
Viéndolo desde un
punto de vista práctico, la única manera de descomprimir la situación social
general de la mayoría de la población mundial que se encuentra en distintos
niveles de exclusión o de oportunidades alternativas de baja categoría, es ir
reduciendo la cantidad total de habitantes hacia niveles del siglo XIX en la
medida que son reemplazadas las tareas cotidianas hasta alcanzar un equilibrio
sostenible. Esta solución es simple y efectiva, el problema es que nadie estará
dispuesto a cumplirla, porque todos quieren dejar su descendencia en mejor
posición económica frente a otros, y la mayoría no está dispuesta a no tener
hijos, especialmente quienes menos posibilidades tienen, amén de que una vasta
cantidad de personas piensan que la Tierra puede no solo alimentar una
población diez veces mayor sino sostener al mismo tiempo una existencia
desarrollista independientemente de ese aumento poblacional. Parece increíble
la ignorancia y tozudez humana, pero así somos. La lucha por la supervivencia
resulta inevitable, porque quienes tienen los medios de producción no van a
estar dispuestos en alimentar a una humanidad ociosa y problemática, y para
cuando vastas poblaciones comiencen a pasar hambre, las peleas pasarán a los
ataques. Por eso nadie tiene una solución a este problema, y si la tienen
callan, porque es imposible reemplazar las labores cotidianas actuales con
robots dejando al ser humano de carne y hueso cada vez en mayor cantidad de
gente sin manera de ganarse la vida teniendo que hacerse cargo al mismo tiempo
de ellos. Mantener a una vasta población humana en mínimas condiciones de vida
sería el peor desastre humano. De esta manera se gestaría una especie de
humanidad de segunda categoría, inferior, pero muy peligrosa, porque
esencialmente no hay esa especie de humano, especie que Aristóteles lo creía ver
al justificar la esclavitud. Los más ricos y poderosos que gobiernan ahora el
mundo tendrán que optar por la muerte y desaparición de una vasta cantidad de
seres humanos que sobramos en este mundo si de alguna manera pretenden elevar
el nivel de vida de la humanidad restante.
Desde mi punto de
vista, este accionar ya se vislumbra en muchos países, especialmente en los que
se denominan “en vías de desarrollo” en lo referido a la educación o escuelas
de enseñanza. Cada vez el nivel de enseñanza es peor y ningún gobierno ni los
directamente involucrados en ella (trabajadores, sindicatos, partidos gobernantes
por ellos representados) ha podido mejorar la decadencia educativa general, la
que abarca a toda la población de menores recursos, durante los últimos 70
años. Pareciera que a nadie le importa lo que pase, que se salve quién pueda. Y
dicho proceder no puede ser fortuito, pienso que existe una dirección oculta que lo está llevando a cabo.
Al mismo tiempo, el
nivel de mentiras y corrupción parecen multiplicarse como hongos entre la gente
que accede a posiciones gubernamentales o se relaciona con ellas. La
delincuencia, las bandas delictivas, la mafia organizada, el enorme crecimiento
en las actividades criminales relacionadas con el consumo de estupefacientes
van de la mano con la industria bélica de los países más poderosos, y nada de
esto es para tomarlo a la ligera o de modo ingenuo, como suelen hacerlo los
individuos, más que nada, para no amargarse la vida.
Por ello,
personalmente veo que, como parte de la humanidad, nos encontramos frente a un
límite propio de nuestra civilización, enfrentados a nuestra propia maldad e
hipocresía, y donde cada quién de modo individual solo podrá superar este
conflicto únicamente si existe otra existencia en otro plano a la cual pueda proyectarse. La integración de
la humanidad es imposible en las circunstancias actuales, principalmente a
causa de las diferencias mentales de cada individuo, no de sus necesidades,
sino en la manera que piensa sobre ellas. Todos nos discriminamos solitos en
este mundo, ubicándonos en éste o aquel bando comunitario o aislado. Las mentes
más elevadas en algún momento tendrán que apartarse de los menos elevados,
dejándolos para que solos lleguen a superarse. No hay manera de enseñar la
elevación mental de las personas, es producto del esfuerzo de cada individuo
lograrlo. Lo más interesante de este panorama, es que la mayoría que
actualmente se encuentran en los grupos de poder y control del bienestar son
los menos elevados, y muchos de clases sociales descalificadas, lo han
alcanzado. Aquí no existe diferenciación por clase social. De allí que el problema
actual es irresoluble aplicado al plano actual, porque la discriminación
atraviesa los distintos estratos sociales. Lograr una humanidad unida,
constructiva y satisfecha en el mundo es imposible, una utopía, claro,
justamente a causa de las diferencias mentales de los individuos y grupos
humanos organizados en instituciones de todo tipo.
Definir a una
persona de “mente elevada” es fácil: se corresponde con aquellas personas que
son pacíficas, nunca mienten, son responsables, se hacen cargo de sí mismos,
constructivas en su entorno, no se quejan, no codician, no envidian, no se aprovechan de nadie, y
principalmente, no ven la vida en este mundo como la única. Los de mente menos
elevada también son fáciles de distinguir: son todos aquellos que afirman que
el tipo de personas descrito anteriormente “son unos tontos”, porque para
ellos, la vida actual es la única que hay y no existe nada más. Se consideran
los más inteligentes, capaces, distinguidos, que merecen tener lo que tienen,
obteniéndolo muchas veces a costa de dominar a otros, aprovechándose de ellos, lo que lleva a su vez a corromperse frente a sus mismos competidores, que juegan con las mismas reglas, imaginando con ello que así es el "ser humano", por eso hasta llegan a creer que se lo merecen
justificando de ese modo su manera objetable de lograrlo, mostrando que solo
les interesa ‘su propia justicia’. Aquí no importan los niveles de conocimiento
e inteligencia, pues quienes más capaces son, usan su capacidad para aprovecharse
de otros a quienes consideran “inapropiados’, o bien, “inadaptados” o “enfermos”
por razones diversas.
Por ejemplo, escuché por el canal LN+TV una charla
con Fernando Slezak, justamente tratando el tema de la inteligencia artificial.
El contexto de la misma concierne a poder desarrollar computadoras lo
suficientemente “inteligentes” que permitan detectar tempranamente cualquier “desviación”
como trastorno cerebral de una persona escuchándola hablar, conversación que
analizada por una “computadora inteligente” permita lograr un diagnóstico más
temprano de una “potencial enfermedad” a fin de ser tratado mediante la
medicina alopática antes que la misma degenera a estados 'patológicos' más indeseables. El
nivel de educación e inteligencia del entrevistado es indiscutible, no obstante,
sus razonamientos están infestados de la Iglesia del Materialismo moderno, muy
defendida en nuestro país por los más prestigiosos profesionales y científicos.
Resulta desconcertante cuando Slezak identifica como enfermedades mentales a la
depresión entre otras, fundando su opinión en las opiniones profesionales de
médicos “siquiatras”, que desde mi punto de vista pueden ser muy buenos
especialistas en agricultura pero totalmente infortunados para el tratamiento de la
mente (prefiero un psi- y no un si-), pues de su desviación resultante por la confusión no cabe duda alguna, hecho evidente al considerar los “trastornos”
mentales como meras anormalidades del funcionamiento del cerebro y no de la
mente o alma humana. Es increíble el “patrón” establecido por esta comunidad
parroquial, con lineamientos a los cuales buscan “ajustar a todos como norma” al definir como lo “normal” de referencia, sobre el
cual aprovecho de vez en cuando en tratar y denunciar en mi blog, al que
lamentablemente a nadie le importa un bledo Ver este tipo de expresiones me lleva a estar
mucho más seguro del desastre que se avecina (en mi país y la mayoría del
continente totalmente seguro), porque gente de este tipo al frente del avance
científico en el mundo solamente podrá llevar a la humanidad a estrellarse
contra una realidad que ellos mismos niegan completamente. Son jóvenes, sobresalientes,
cultos, llenos de energía para llevar a cabo sus ideas, pero equivocados. Y los
menos capaces abren los ojos y “aprenden” de personas como éstas, y ello porque
no aparecen otros importantes e inteligentes profesionales que los cuestionen
abiertamente. En el mismo terreno del mundo psi-
existen ideas diametralmente opuestas a las que lamentablemente muchos han
adherido por influencias de gente importante en el poder y el dominio de los
medios de comunicación.
Debo respetar lo que cada individuo y la sociedad piensen a
pesar de estar en desacuerdo con muchos de ellos. El tema es que no está en mi
cambiar a las personas, decirles que “deben” pensar de tal y tal forma y actuar
de determinada manera, porque simplemente no me escucharán, harán lo que cada
uno de ellos ya ha resuelto. Además, estoy en completo desacuerdo con cualquier
tipo de proselitismo, puesto que el desarrollo de cada individuo es solamente
personal. Y consciente en creer en la existencia de otra vida posterior al
ciclo actual, estoy seguro que en algún momento de sus vidas al menos
recordarán, si me escucharon decirlo, que había otra persona que pensaba
distinto a ellos en asuntos fundamentales de la existencia. Y quizás eso les
sirva entonces, y de ese modo habré cumplido mi misión al tomarme el tedioso
trabajo de explicarlo.
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