Parece bastante chistoso que este “Dr. en ciencias” llame terco a Darwin, una especie de joven encaprichado con sus ideas de tal manera que
“todo lo que observan está relacionado con su idea previa”. Este proceder es
típico de los teólogos actuales y no de personas como Darwin, cuyas observaciones se
fundamentaban, no en una idea previa mantenida a rajatabla (que los teólogos si tienen leyendo
primero de la Biblia y después buscan toda clase de hipótesis y conjeturas para
respaldarla de manera forzada y autoritaria), sino en una vasta cantidad de observaciones realizadas en
distintas partes del mundo, gracias a la posibilidad de poder concretar tal
viaje en el velero Beagle, que avalaban libre y racionalmente esa hipótesis original.
Cuando
los teólogos citan a Darwin suelen hacer afirmaciones falsas con el solo propósito
de generar dos posiciones, “claras” solo para ellos, obviamente. Para los
teólogos, especialistas en reduccionismo, solo existen dos bandos: los evolucionistas = ateos = el
mal y los creacionistas
= monoteístas = el bien. Esto se puede ver claramente en la siguiente
declaración sobre Darwin:
“Su “descubrimiento” lo impulsó a afirmar que no
existía un Creador.”
Este señor que escribe la página linkeada no leyó el famoso
libro de Darwin El origen de las especies,
siendo el principal aporte de Darwin, no en lo referido al origen del hombre,
sino de la grandiosa vida animal. Y en ese libro Darwin confiesa que el Creador
a lo sumo fue responsable de crear unas pocas especies de origen, aspecto que
curiosamente los teólogos engañadores usan de manera muy disimulada cuando
presentan el argumento de los géneros
básicos para hacer creíble el diluvio de Noé referido a la cantidad de
especies salvadas, confundiendo de una manera artera la mente juvenil, que al
carecer de muchos datos todavía, suelen caer presas fáciles en sus ambiguas redes
teológicas. Decía Darwin hacia el final de su famoso libro:
Autores eminentísimos parecen estar completamente
satisfechos con la teoría de que cada especie ha sido creada
independientemente. A mi juicio, se aviene mejor con lo que conocemos de las
leyes impresas en la materia por el Creador, el que la producción y extinción
de los habitantes pasados y presentes del mundo sean debidas a causas
secundarias, como las que determinan el nacimiento y la muerte de los
individuos….Hay grandeza en esta concepción de que la vida, con sus diferentes
facultades, fue originalmente alentada por el Creador en una cuantas formas o
en una sola, y que mientras este planeta ha ido girando según la constante ley
de la gravitación, se han desarrollado y se están desarrollando, a partir de un
comienzo tan sencillo, infinidad de formas cada vez más bellas y maravillosas”
(El origen de las especies, pág.479,
480, editorial Edaf)
Como vemos, Darwin no era ateo, según el mismo afirma de su
puño y letra.
Asimismo, cuando vemos la ilustración donde exponen el
modelo “evolucionista” versus el “creacionista, cometen una imprudencia en aras
de dejar clara solo una idea: no existieron conexiones entre las distintas
especies.
Muy bien, si ello es de ese modo, ¿cómo es posible que
luego, en otra parte, muy distante de donde afirman lo precedente (teniendo
mucho cuidado que nadie se percate de ello), cuando les toca dar explicaciones
sobre cómo pudo albergar Noé en el arca a todas las especies actuales, enseñan
desvergonzadamente que todas ellas descendieron
de apenas solo unos cuantos representantes
genéricos ubicados en lo que sería cada familia de las especies actuales?
Para ellos, las distintas especies son solo variedades de un
género básico, así, por ejemplo, para todos los felinos actuales que existen y
existieron por el mundo, todos descendieron de un solo tipo de felino, con lo
cual, todos pueden mezclarse y reproducirse entre sí, puesto que pertenecen a
una misma especie de origen, la felina. Pero ellos saben que eso es imposible,
afirmando que la variedad se alejó tanto que ahora solo pueden gestar híbridos
en los casos que puedan procrear (como un león y un tigre), con lo cual,
implícitamente están aceptando la formación de esas especies distintivas
imposibles ahora de procrear entre sí para mantener descendencia, debiendo en
ese caso empalmar las rectas que dejaron sin unir para “el modelo creacionista”,
generando de ese modo sus propios “eslabones perdidos” cuando urge la necesidad
argumentativa.
Y este aspecto sucede en todas las familias actuales, como
la equina, la bovina, y hasta con un distanciamiento mucho mayor y totalmente
diferenciado en otros grupos pero muy semejantes en cuanto a los nichos
ocupados en la naturaleza, de especies propias de islas o de un continente,
como la de los mamíferos marsupiales, propios de Australia. Este fue el aspecto
que observó Darwin en su tiempo al estudiar detenidamente las especies clasificadas
por un creacionista llamado Linneo. Este descubrimiento fue una patada en el
trasero a los teólogos, motivo por el cual siguen cacareando hasta nuestros
días, empeñados en desacreditar por cualquier medio posible a Darwin, diciendo
meras mentiras, sin entender nada de evolución solo cuando les conviene.
El escritor del blog se jacta enseñando que la evolución es
solo “una teoría” si percatarse que la creación de las especies de la nada es
otra “teoría”, como lo expresó el mismo Darwin, pero desarrollada en base a
mera especulación hace mucho tiempo, motivo por el cual actualmente ya es
insostenible.
En vez de mirar en la página linkeada la ilustración de los dos modelos, el creacionista y el evolucionista, copio aquí otra ilustración mucho más exacta aparecida hace muchos años donde expone con mayor claridad el modelo desarrollado por Darwin basado en la selección natural y el modelo creacionista sobre el origen de las especies de acuerdo a la teoría escrita en el libro de Génesis, donde necesita reducir enormemente la gran cantidad de especies individuales para poder cumplir con el relato de Noé.
La diferencia conceptual es abrumadora, representando la
concepción científica una realidad bien estudiada contra la imaginaria idea
religiosa que procura salvaguardar las Escrituras como "Palabra de Dios". En vez de ello, son producto de antiguas suposiciones de un Creador que hacía aparecer
de la nada cada especie del tipo “genero básico”, para que después, a medida que
se procreaban, se diversificaran en las especies conocidas en la actualidad,
hecho, que de acuerdo a la creencia religiosa, ocurrió nuevamente después del
diluvio de Noé.
¿Qué evidencias pueden presentar los teólogos disfrazados de
científicos como el autor de la página susodicha? La única evidencia se
encuentra leyendo el Génesis, donde fue escrita la antigua teoría del origen de
lo existente.
Pero ello ha sido enormemente superado hoy día. Gracias al avance en la investigación multidisciplinaria
y el conocimiento acumulado, esa antigua teoría quedó a un lado, surgiendo otra
teoría mucho mejor respaldada por la innumerable cantidad de testigos fieles
que existen en la naturaleza, la que, bien leída, no puede mentir.
Enlace:
http://historiadelavida.editorialaces.com/que-no-vio-darwin/
Este señor, Márcio Fraiberg, me responde en un primer intento lo siguiente:
"Pero colega, no existen fósiles intermediarios en la cantidad requerida por el proceso evolutivo, para colaborar con su idea. ¿Dónde están esos seres transicional en el registro fósil? La idea del artículo es pensar sobre una posibilidad ignorada a priori, por los que ya aceptan la evolución de las especies como correcta y única fuente de verdad. ¿Qué ciencia es esa que no tiene en cuenta las evidencias? No es la mía con certeza."
Luego se corrige y reescribe nuevamente:
"Estimado colega, no existe registro fósil de los supuestos eslabones del proceso evolutivo para confirmar la hipótesis. ¿Dónde están esos seres transicionales en el registro fósil? La idea del artículo es dirigir la atención hacia otra hipótesis, ignorada a priori por los que creen que la evolución de las especies es un hecho comprobado y la única fuente de verdad. ¿Qué clase de ciencia es aquella que no tiene en cuenta las evidencias? Sin dudas, yo no quiero ser esa clase de científico."
Cuando intento varias veces publicar mi respuesta, el programa me niega subirlo. Mi respuesta es:
La hipótesis que Ud. plantea ha sido la creída por siglos, pero ahora, con todos los nuevos descubrimientos, hay hechos que dejan de lado muchos relatos creídos verdaderos. Por otra parte, hay grupos que piensan como Ud., para quienes la única fuente de verdad inamovible es la Biblia; y eso explica la fuente del conflicto. Es importante destacar sobre quienes enarbolan a las Escrituras como el fundamento a partir del cual edificar sus ideas, que también ya tienen definida su verdad, pero una verdad por la que necesitan tergiversar muchas otras evidencias a medida que surgen, disfrazándose los teólogos de “científicos” para poder lograr sus fines. Por ejemplo, eso explica el que Ud. enarbole una “ciencia” donde dice que un fósil solo puede aparecer como consecuencia de un cataclismo diluvial del descrito en Génesis, lo cual es una afirmación falsa de acuerdo a las evidencias, pero a Ud. eso le sirve para ejercer su muy particular forma de hacer “ciencia”. De ese modo negará que los fósiles sean tan antiguos como realmente demuestran los hechos, pero claro, esa es su “ciencia”. También dirá que Noé pudo salvar a todas las especies terrestres porque solamente preservó a unos cuantos “géneros básicos”, un argumento que se nutre, paradójicamente, de la teoría de la evolución de las especies, pero de un modo irracionalmente explosivo, totalmente contrario a las evidencias conocidas y a sus mismos argumentos lapidarios. Pero, claro, esa es su forma especial de hacer “ciencia”. La mía en cambio es imparcial, contempla todas las evidencias, dispuestas a un debate libre y racional.
Si Márcio Fraiberg lee esto, lo invito a tratar el tema libremente en mi blog, donde no actuaré hipócritamente como él, quien parece acostumbrado a prácticas de este tipo en sus páginas.
Enlace:
http://historiadelavida.editorialaces.com/que-no-vio-darwin/
Este señor, Márcio Fraiberg, me responde en un primer intento lo siguiente:
"Pero colega, no existen fósiles intermediarios en la cantidad requerida por el proceso evolutivo, para colaborar con su idea. ¿Dónde están esos seres transicional en el registro fósil? La idea del artículo es pensar sobre una posibilidad ignorada a priori, por los que ya aceptan la evolución de las especies como correcta y única fuente de verdad. ¿Qué ciencia es esa que no tiene en cuenta las evidencias? No es la mía con certeza."
Luego se corrige y reescribe nuevamente:
"Estimado colega, no existe registro fósil de los supuestos eslabones del proceso evolutivo para confirmar la hipótesis. ¿Dónde están esos seres transicionales en el registro fósil? La idea del artículo es dirigir la atención hacia otra hipótesis, ignorada a priori por los que creen que la evolución de las especies es un hecho comprobado y la única fuente de verdad. ¿Qué clase de ciencia es aquella que no tiene en cuenta las evidencias? Sin dudas, yo no quiero ser esa clase de científico."
Cuando intento varias veces publicar mi respuesta, el programa me niega subirlo. Mi respuesta es:
La hipótesis que Ud. plantea ha sido la creída por siglos, pero ahora, con todos los nuevos descubrimientos, hay hechos que dejan de lado muchos relatos creídos verdaderos. Por otra parte, hay grupos que piensan como Ud., para quienes la única fuente de verdad inamovible es la Biblia; y eso explica la fuente del conflicto. Es importante destacar sobre quienes enarbolan a las Escrituras como el fundamento a partir del cual edificar sus ideas, que también ya tienen definida su verdad, pero una verdad por la que necesitan tergiversar muchas otras evidencias a medida que surgen, disfrazándose los teólogos de “científicos” para poder lograr sus fines. Por ejemplo, eso explica el que Ud. enarbole una “ciencia” donde dice que un fósil solo puede aparecer como consecuencia de un cataclismo diluvial del descrito en Génesis, lo cual es una afirmación falsa de acuerdo a las evidencias, pero a Ud. eso le sirve para ejercer su muy particular forma de hacer “ciencia”. De ese modo negará que los fósiles sean tan antiguos como realmente demuestran los hechos, pero claro, esa es su “ciencia”. También dirá que Noé pudo salvar a todas las especies terrestres porque solamente preservó a unos cuantos “géneros básicos”, un argumento que se nutre, paradójicamente, de la teoría de la evolución de las especies, pero de un modo irracionalmente explosivo, totalmente contrario a las evidencias conocidas y a sus mismos argumentos lapidarios. Pero, claro, esa es su forma especial de hacer “ciencia”. La mía en cambio es imparcial, contempla todas las evidencias, dispuestas a un debate libre y racional.
Si Márcio Fraiberg lee esto, lo invito a tratar el tema libremente en mi blog, donde no actuaré hipócritamente como él, quien parece acostumbrado a prácticas de este tipo en sus páginas.
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